Gran Bar

Buen sitio de tapas! Es un bar tradicional de toda la vida aunque han añadido también nuevas tapas. Muy recomendable si quieres comer comida local. Recomendable las cigalas de huerta, el bacalao con jamón y gambas y el torpedo marinero.

La comida muy buena, pero el camarero que nos atendió regular sin embargo la chica estupenda

Sitio con buena comida y barata, muy recomendable para hacer una parada y probar! Especialmente el croquetón de rabo de toro y los cogollos (estos segundos especialmente ya que es un plato muy común pero con un aliño espectacularmente rico)

No le pongo las 5 estrellas porque han sido un poco lentos en servirnos y porque en el local hay mucho ruido (me ha resultado hasta desagradable)

Bar tradicional del pueblo con platos tipicos y especialidades de la casa. A destacar la relación calidad-precio. En las fotos adjuntas se muestra media ración de 'Cigala de la huerta', un flamenquin, una ración de bacalado rebozado, media racion de lomo rebozado y un torpedo (flamenquin relleno de pez espada). Todo esto por 25€ aproximadamente. Algo para mejorar: el inmobiliario, ya que las mesas son pequeñas y apenas pueden entrar tres platos. Lugar mas que recomendable!

Fuimos a este restaurante porque aparecía en tercer lugar en TripAdvisor (siendo el segundo una pastelería y no nos valía porque íbamos a almorzar). Partiendo de esta premisa, me ha resultado decepcionante. La carta plastificada estaba muy pegajosa y el camarero tenía poco brío.
Tres de los cuatro platos que pedimos traían una gran plasta de mayonesa, la salsa Pedro Ximénez no sabía a eso, a mí más bien me sabía a preparado de sobre, y todo venía acompañado de patatas fritas precocinadas.
El flamenquín y la carne del solomillo estaban buenos.
El coulant del postre venía quemado, durísimo y con una plasta ingente de nata montada.
En el baño, una cucaracha en la esquina, puertas que no se podían cerrar y el lavabo falto de una limpieza a fondo.
Ni el poco dinero que hemos pagado por la comida compensa la experiencia. No volvería.

Extraordinaria fuimos 12 personas y nos atendieron con celeridad y simpatía de la comida nada que comentar buenísima
El vino de lo mejorcito de Aguilar cada vez que vuelvo a mi pueblo visita obligada

El mejor lugar para comer de Aguilar, lo recomiendo muchísimo, sobre todo sus calamares fritos y el bacalao.
Y para finiquitar la cena un trocito de tarta de queso.

Indispensable pasar por aquí.

Un clásico en el abanico de bares y restaurantes aguilarenses. Muy recomendable. Cocina con sabor de siempre y un servicio profesional