MALA EXPERIENCIA Fui a cenar con una amiga y salimos muy decepcionados. La ensaladilla estaba sosísima, la dejamos entera. La tosta matrimonio estaba regular y la ponen con la típica tosta de untar mantequilla con mermelada. Las croquetas no estaban mal fritas pero no tenían mucho sabor. Es una pena que un bar en tan buena zona no tenga un servicio acorde. En fin, un desastre y no volveré. Y digo volveré porque evidentemente mi amiga no volverá a quedar conmigo para cenar nunca más.
María Martín Marín2 años atrás
Pongo una estrella porque no puedo puntuar en negativo. Ayer fuimos con un amigo y nuestros perros a la terraza de este lugar. Ya habíamos ido una vez y no nos terminó de cuajar pero le dimos otra oportunidad.
Aún no habíamos elegido ni siquiera el sitio (en la terraza) donde nos íbamos a sentar cuando salió la camarera y nos dijo (sin dar los buenos días siquiera) que por favor a los "pitbull" los pusiéramos en una esquina.
Obviamente sin mediar palabra y para no buscar ningún tipo de confrontación, nos fuimos con nuestros perros a otro sitio.
No volveré jamás a este lugar aunque fuese el último bar de la ciudad. Y ya de paso, decirle que mi perro no es "pitbull", sino American Bully.
Sin ni siquiera habernos sentado, juzgaron a nuestros perros, y los condenaron a una esquina. La educación de estos perros depende de la educación de sus dueños, ellos no son peligrosos, peligrosos son los dueños que los educan. Si no les dan una oportunidad, nunca se quitarán ese estigma que tienen.
Ahora entiendo por qué el bar de al lado (El Camioncito) siempre está lleno y esta terraza suele estar vacía. No volveré jamás y por supuesto no lo recomiendo. La primera vez salí decepcionada con el servicio, pero esta segunda vez ya ha sido la gota que colma el vaso. Un cliente menos.
Jose García2 años atrás
DECEPCIONANTE.
Las tapas muy pequeñas respecto al precio y el café que nos pusieron nefasto y encima con restos de zurrapa de café en el interior. Simplemente se aprovechan de la buena localización para ofrecer un servicio de calidad ínfima.
Riccardo Pistidda2 años atrás
Voy muchas veces a tomarme dos croquetas y la verdad siempre me he encontrado genial , el servicios de la camarera impecable , el sitio está muy limpio y los precios están muy bien
Manuel Lucena2 años atrás
Buena calidad en sus productos y buen servicio. Su terraza confortable y cómoda
Manolito crespo2 años atrás
Un sitio espectacular, muy buen trato y la comida de 10, felicitar al camarero nico,un chico muy atento y amable
Angel garcia2 años atrás
Muy buenas tapas. Un ambiente agradable. Muy buen trato. Muy recomendable.
Sergi Rap_Solo2 años atrás
Buen sitio , limpio , con buenas tapas y un trato exquisito. Lo recomiendo
Fui a cenar con una amiga y salimos muy decepcionados. La ensaladilla estaba sosísima, la dejamos entera. La tosta matrimonio estaba regular y la ponen con la típica tosta de untar mantequilla con mermelada. Las croquetas no estaban mal fritas pero no tenían mucho sabor.
Es una pena que un bar en tan buena zona no tenga un servicio acorde.
En fin, un desastre y no volveré. Y digo volveré porque evidentemente mi amiga no volverá a quedar conmigo para cenar nunca más.
Ayer fuimos con un amigo y nuestros perros a la terraza de este lugar. Ya habíamos ido una vez y no nos terminó de cuajar pero le dimos otra oportunidad.
Aún no habíamos elegido ni siquiera el sitio (en la terraza) donde nos íbamos a sentar cuando salió la camarera y nos dijo (sin dar los buenos días siquiera) que por favor a los "pitbull" los pusiéramos en una esquina.
Obviamente sin mediar palabra y para no buscar ningún tipo de confrontación, nos fuimos con nuestros perros a otro sitio.
No volveré jamás a este lugar aunque fuese el último bar de la ciudad. Y ya de paso, decirle que mi perro no es "pitbull", sino American Bully.
Sin ni siquiera habernos sentado, juzgaron a nuestros perros, y los condenaron a una esquina. La educación de estos perros depende de la educación de sus dueños, ellos no son peligrosos, peligrosos son los dueños que los educan. Si no les dan una oportunidad, nunca se quitarán ese estigma que tienen.
Ahora entiendo por qué el bar de al lado (El Camioncito) siempre está lleno y esta terraza suele estar vacía. No volveré jamás y por supuesto no lo recomiendo. La primera vez salí decepcionada con el servicio, pero esta segunda vez ya ha sido la gota que colma el vaso. Un cliente menos.
Las tapas muy pequeñas respecto al precio y el café que nos pusieron nefasto y encima con restos de zurrapa de café en el interior. Simplemente se aprovechan de la buena localización para ofrecer un servicio de calidad ínfima.
Lo recomiendo