Tardaron tres cuartos de hora en servir unas simples "tostas" porque palabras textuales de la camarera, "tenían mucha elaboración". Eran unas tostas frías de melva y tomate!! A lo mejor vino Arguiñano a elaborarlas. En otra ocasión estuvimos fuera un rato esperando a que se levantara una pareja y finalmente nos sentamos. Vino un camarero , nos limpió la mesa y no nos dijo nada. Al rato vino otra camarera que nos dijo que nos teníamos que levantar porque esa mesa era para unos chavales que estaban dentro del local. Le dijimos que la mesa no ponía que estaba reservada ni nada y que ya llevábamos un buen rato sentados esperando a ser servidos. Ni se disculpó ni nada, solo dijo que eso se hacía así, pidiendo mesa dentro. Habíamos estado varias veces en ese sitio ( y eso que no nos convencía) y hemos visto siempre cómo la gente se sienta en las mesas que quedan libres sin más. En fin que la niñata esa nos levantó de la mesa sin contemplaciones para sentar a unos chavales de 20 años y nosotros con nuestra ya más que honorable edad nos tuvimos que ir a casa sin cenar. Lamentable. Por supuesto no volveré más.
TheAlexCoD992 años atrás
Todo muy rico aunque eso de que usen tranchetes me parece muy cutre.
Alfonso Carmona2 años atrás
Un bar con una calidad excelente! La carta es variada y los precios geniales!
Las tostas estan deliciosas y merece mucho la pena pasar.
El sitio no es muy grande pero entre la terraza y el interior si tienes algo de suerte podrás disfrutar de un ratito especial.
José maria Jurado2 años atrás
Un lugar perfecto para tomarte unas cañas y tapear
Paqui Alba Espejo2 años atrás
Una gran familia, muy amables, buen servicio... te sientes como en casa
Eran unas tostas frías de melva y tomate!! A lo mejor vino Arguiñano a elaborarlas.
En otra ocasión estuvimos fuera un rato esperando a que se levantara una pareja y finalmente nos sentamos. Vino un camarero , nos limpió la mesa y no nos dijo nada. Al rato vino otra camarera que nos dijo que nos teníamos que levantar porque esa mesa era para unos chavales que estaban dentro del local. Le dijimos que la mesa no ponía que estaba reservada ni nada y que ya llevábamos un buen rato sentados esperando a ser servidos. Ni se disculpó ni nada, solo dijo que eso se hacía así, pidiendo mesa dentro. Habíamos estado varias veces en ese sitio ( y eso que no nos convencía) y hemos visto siempre cómo la gente se sienta en las mesas que quedan libres sin más. En fin que la niñata esa nos levantó de la mesa sin contemplaciones para sentar a unos chavales de 20 años y nosotros con nuestra ya más que honorable edad nos tuvimos que ir a casa sin cenar.
Lamentable. Por supuesto no volveré más.
Las tostas estan deliciosas y merece mucho la pena pasar.
El sitio no es muy grande pero entre la terraza y el interior si tienes algo de suerte podrás disfrutar de un ratito especial.
te sientes como en casa