Bar El Gallinero De Nicavai

Un sitio encantador, pequeño y acogedor... muy familiar y con unas tapas increíbles... se notan que son caseras. Muy recomendable!

De VERGÜENZA. Nachos que no son Nachos, Guacamole que no es guacamole, según la carta mollete de Antequera con Pringa que ni es mollete (es una viena pequeña de las congeladas) ni tiene pringa, solo se la han enseñado (en la foto se puede ver). Además, 1 hora de espera aproximadamente.

Un sitio donde poder disfrutar de las tapitas tan rica que sirven allí y unas de las cervezas más frías q he tomado... Un lugar muy bonito y acogedor donde se puede disfrutar con la familia o amigos de música en directo mientras tomas una copa. Recomiendo 100 %.

Bonito y acogedor buen sitio para de gustar tapitas y pasar un rato agusto

La foto es de la ruta de la tapa. La carta es de chacinas y montados. Me ha sorprendido la carta de vinos, no es gastrobar.

Lo conocemos desde sus inicios y hay que decir que la evolución del establecimiento ha sido espectacular, no solo en calidad sino también en decoración y acondicionamiento. Bien situado y con un camarero/encargado que es súper cordial y amable. Nosotros acostumbros a parar para tomar unas cañas tras hacer una ruta en bici y su enclave es estratégico. Baños limpios, con todo tipo de amenities para las chicas. Muy recomendable. Felicidades!

Un lugar donde tomar unas tapas mientras disfrutas del sol de invierno al aire libre. Tipo abacería, aunque van renovando las tapas. Últimamente sirven unas deliciosas hechas en una freidora de aire caliente. Bosco se encarga de que no nos falte de nada.

Sitio, que al parecer ha cambiado de propietarios, nada recomendable por dos cosas. La primera es que las medidas de seguridad por el covid 19, no parece que les preocupen que se cumplan o no. Las distancias de seguridad no existen, hay un camarero con una especie de mascarilla, de plástico, que no le cubre apenas la nariz y atiende al público, otro camarero que también atiende a los clientes no lleva ninguna mascarilla y una señora que había en la cocina, también sin mascarilla. A nuestra llegada nadie desinfectó, ni tan siquiera limpió la mesa y esta tenía polvo, de las sillas ni hablo. La segunda es que la carta con precios tienes que mirarla online, pero el código QR que te da acceso a la misma debes pedirlo a los camareros. Sin embargo para encargar las tapas debes coger una hoja impresa y un lápiz con el que marcas que cantidad quieres de cada cosa, devolviendo el lápiz al sitio de recogida y dándole la hoja a un camarero, con el consiguiente intercambio de virus ya que las hojas y los lápices los toca todo el que vaya a pedir comida. En estas hojas no aparece ningún precio. No me fío de los sitios donde los precios no están a la vista. Cuando ya habíamos encargado las tapas, en este caso unas ensaladillas de alcachofa, que eran muy normales en sabor y escasas en cantidad preguntamos por el precio, un camarero no lo sabía y fue el otro quién vino después con el código QR, que ya podía haber estado en la mesa desde el principio. Descubrimos entonces que la tapa de ensaladilla de alcachofas costaba 6€. La sensación es de que te han tomado el pelo absolutamente. Consecuencia, no volveré a ir y las cinco personas que venían conmigo tampoco. Para colmo se equivocaron al hacer la cuenta y nos cobraron de más, tuvimos que esperar un rato a que lograse rescatar nuestra cuenta de donde la tuvieran ya que en ningún momento nos trajeron ninguna nota o ticket y por lo visto era una compleja tarea.