Bar Zuriza

LOS VERMUT SE CONVIERTEN EN COMIDAS
Cómo con las Pringles... Cuando haces Pop, ya no hay stop...
Todo esta rico, todo entra por el ojo, todo está recién hecho.
Un pequeño bar, pero en el que encontrarás uno de los surtidos más amplios tanto de cervezas como de licores.
La decoración es otro punto a tener en cuenta y al que hay que dedicarle un buen rato por la cantidad de curiosidades que esconde.

Raro me parece no haber hecho MENCIÓN ESPECIAL DE 5* a este emblemático y obligado lugar de peregrinaje para los adictos a la buena gente, pintxos espectaculares, fotografía viva del enigmático y bello pueblo de Ansó... y un GRAN TIPO (motero tenía que ser...) como en pocos lugares puedas hallar: Tony es especial. Un «rara avis» que logra con su presencia y su ingeniosa sabiduría llenar de júbilo la mejor «terraza» del Valle de Ansó... de largo!!

Sitio tranquilo para tomar algo, tapas elaboradas y buenas ademas de un buen trato.

Entré reticente a este bar por opiniones que vi aquí, la verdad que el dueño no me pareció antipático en absoluto, creo que le gusta interactuar con la gente. No sé en épocas de saturación, pero a mí me pareció un hombre con mucho humor y que le gusta su pueblo, y su bar tiene su toque personal.
Lo recomiendo en plan tapeo, que es lo que yo hice, las tartas de su mujer riquísimas por cierto. Nos encantó el sitio, muy genuino.

Los camareros son muy majos y todo está muy rico. Muy recomendable las distintas variedades de tortilla de patatas y las tartas, en especial la de requesón con arándanos. Buena selección de cervezas de la zona y cervezas artesanas.

Un lugar recomendable. Desayunos completos y baratos. El propietario una mina de oro. Vale la pena escuchar sus recomendaciones de excursiones, Selva de Oza, y gastronomía, Can Cantaré en Echo. Su mujer elabora unos pasteles de queso extraordinarios. Distribuyen unos quesos buenísimos. A partir de las 22:00 horas, el bar se convierte en un lugar de copas, cambio de luces y solo bebidas.

Buenas tapas buen trato y decoracion interior y exterior.

Entrañable bar de toda la vida de la villa de Ansó. Barra repleta de tapas y con varios apetinizers. El dueño, muy amable y con gran humor. Un lugar con esencia que bien merece la pena visitar.