Muy buen sitio para comer en un entorno precioso. La familia que lleva este pequeño restaurante es muy atenta, amable y agradable. El milano, que pasa volando por encima esperando a que la dueña lo llame, hace de este lugar, un sitio aún más especial. Volveremos sin duda.
Jars Rivas2 años atrás
Lugar muy tranquilo y con unas vistas espectaculares. Trato familiar. La carta no es muy extensa, basada principalmente en platos combinados con diferentes carnes a elegir y algunas raciones más. Calidad buena y postres caseros. Que más se puede pedir si además tienes un espectáculo gratis de aves rapaces sobrevolando el cielo.
David Guerrero2 años atrás
Excelente lugar para comer o tomar algo con unas vistas increíbles. La carta es corta, raciones generosas y de mucha calidad. La familia que lo regenta son encantadores.
Javi Molina2 años atrás
Comida buena a precios exageradamente baratos a lo que te cobran en cualquier sitio con esas vistas o similar Comimos rodeados de aves (águilas/halcones y buitres) Con vistas a la montaña y con la sensación de acantilado Prácticamente en plena naturaleza. Comimos tabla de quesos. Patatas bravas, croquetas (enormes) caseras muy buenas, ensalada y plato combinados. Todo estaba muy bueno y el servicio muy bien. Lo recomendados sin duda y si volvemos por la zona repetiremos.
M I A2 años atrás
La mujer que nos atendió era encantadora, un ambiente muy familiar. Además de unas instalaciones preciosas con unas vistas únicas. En cuanto a la comida, comimos algo muy simple pero estaba rico.
Javier Campos2 años atrás
Fantástico sitio para almorzar o comer. Una ensalada, algunas raciones y un buen plato de huevos fritos, patatas y carne a elegir (cordero, panceta, chorizo, etc). La terraza es un buen mirador del valle del Cinca. La familia que lo gestiona es encantadora.
Fabiola Viñas2 años atrás
Comer bien en un lugar con tan bonitas vistas, no tiene precio. Excelente el trato recibido y la comida buenísima. Volveremos, sin duda.
Ignacio Lozano2 años atrás
Un sitio espectacular para comer, una terraza con vistas única y la comida muy buena, todo casero y un trato familiar. Para repetir siempre que vengas por la zona.
Comimos rodeados de aves (águilas/halcones y buitres)
Con vistas a la montaña y con la sensación de acantilado
Prácticamente en plena naturaleza.
Comimos tabla de quesos.
Patatas bravas, croquetas (enormes) caseras muy buenas, ensalada y plato combinados.
Todo estaba muy bueno y el servicio muy bien.
Lo recomendados sin duda y si volvemos por la zona repetiremos.
En cuanto a la comida, comimos algo muy simple pero estaba rico.