Merendero

Acogedor, cerca de Huesca, atención buena, para sentarse dentro o fuera del restaurante, aconsejo llegar antes de las 16:00, si no, no atienden a comidas, buen aparcamiento e ideal para ir con niños. Las brasas las hacen en una chimenea dentro del salón para comerse la carne a la brasa. Lo recomiendo

Somos habituales por su excelente brasa en temporada, sobre todo las costillas de cordero. También platos combinados con buen producto. Comida casera y trato familiar. Gran terraza con vistas. Una opción perfecta para escaparse en el día de la ciudad. Imprescindible reservar.

En tiempos remotos era un gran bar del pueblo para motoristas y camioneros que pasaban por la zona, pero hoy en día está en decadencia, siempre que voy lo encuentro cerrado, y es una pena porque tiene unas vistas al pantano extraordinarias

Mítico lugar y precioso entorno, si se reforma pierde el encanto pero, debería haber más oferta culinaria y abrir un poco más en horario de servicio.

He estado un domingo en pleno verano, no tenían cocina ni bocadillos ni nada. La bebida demasiado cara... Ha llegado varias familias más y se han tenido que ir.
No lo recomiendo.
Si no le van a sacar partido que lo traspasen, pero es una pena dejar hundir esto así con el potencial que podría tener.

Se da de comer al hambriento y de beber al sediento...
Penosa la atención, aunque estuviera cerrando, con la terraza con gente.
Lo entendí perfectamente pero el que me negará una botella de agua para llevar...
Deja bastante que desear.
Esta claro que no volverá más.

Fatal ,se ha dado la casualidad que se le rompió la cafetera al señor , no tenia cocina para preparar nada , en definitiva solo cerveza y refrescos. No se puede pagar con tarjeta tampoco. El camarero es un señor de 80 años que hace lo que puede supongo , la limpieza es su punto mas débil. Lo único bueno la terraza

Tiene su encanto.En invierno calor de la chimenea.En verano terracita bien orientada.