La Cruzanzana

El hostal muy sucio en general, las habitaciones aún peor, sin agua caliente y llenas de insectos y telarañas. La cena en el restaurante mala y cara. La piscina agua verde, no apetecible de usar. Sería un lugar encantador para hacer turismo rural si estuviese limpio y bien conservado.

Malísima estancia, la habitación muy sucia, llena de telarañas y hormigas.
No salía casi agua por la ducha y encima fría.
El agua de la piscina verde y con bichitos.
Los bocadillos caros y malos.
Una pena porque el sitio es muy bonito.

Paramos para desayunar algo , al pedir un pincho de tortilla no tenían, vale pasable pero al preguntar que tenían para desayunar nos dió la opción de tostada con jamón a palo seco porque no les quedaba tomate o tostada con mantequilla sola porque no tenían mermelada, nada más de desayuno. No recomiendo nada parar en este sitio.

Paramos a comer en un viaje volviendo a Madrid y hemos quedado gratamente satisfechos. Menú a 10€ con 5 primeros y 5 segundos a elegir más bebida y postre. Hay segundos con un sobreprecio, el Entrecot 3€. Todo muy rico y abundante. Quiero destacar el muslo de pollo al horno, se deshacía en la boca, espectacular.

Lamentable. Paramos a comer de paso y después de estar un buen rato esperando y levantarse unas cuantas personas e irse por no atenderles.. nos tomaron nota. Comida del menú sin comentarios.. tardan muchísimo en sacarte la comida y no es para nada buena.. de batalla o peor.. la camarera riéndose todo el rato a cada cosa que le decíamos, en resumen descontrol total! para colmo el menú carísimo para la comida que te sirven. un sitio para no volver a pisarlo ni pasar cerca de el. Le doy una estrella porque no puedo darle menos.

Hemos vuelto después de un año de nuestra anterior estancia y ha pasado de ser un hostal de carretera aceptable a ser la casa de los horrores, primero en la habitación poca limpieza y de la ducha salía un hilillo de agua sin presión, el servicio de cafetería lamentable, solo ofertan bocadillos y al segundo que pedimos ya se habían quedado sin pan, llegamos a la piscina y parecía la ciénaga de Shrek , agua sucia y estancada. Por último comentar el hedor a heces que revuela alrededor del hostal a causa de los pocos y descuidados animales que tienen, en fin , hostal nada aconsejable .

Decepcionante y pésima gestión. Hice la reserva por teléfono y me pidieron que fuera por WhatsApp. Recibí confirmación de la misma y al llegar allí y tras no encontrar a nadie en recepción ni cartel informativo, me dirijo al bar y después de una larga espera y enseñarme varias reservas que ninguna era mía, mantienen conversación telefónica con alguien que finalmente les dice que me asignen una habitación. Me cobraron 10 euros de más sobre lo acordado por teléfono. La tele no funcionaba, apenas había luz en la habitación porque algunas bombillas estaba fundidas, la piscina llena de hojas e insectos y el agua turbia. La zona exterior abandonada, sin animales. Lo que vi por internet que era una sala de juegos está convertido en un gimnasio de los años 80. Instalaciones dejadas. Es una pena porque el sitio tiene grandes posibilidades, la decoración es bonita pero no puedo decir nada más positivo. Hicimos noche de paso y no volveré.

Paramos a comer, después de esperar media hora, la comida era incomible, confunden gazpacho con salmorejo, te traen antes la bebida que los vasos, el pan duro, todo grasiento. Lo peor el café, la leche ácida son meter en nevera. Empleados sin conocimiento alguno de hostelería. El camarero llevaba el menú en un papelucho escrito a mano que no lo entendía ni el. Hostal viejo , experiencia penosa, no debería tener licencia.