Casa Grande

Una experiencia genial. Una casa palacio muy bien conservada que te hace transportarte a otra época, donde la gente vive sin estrés, son muy amables y cercanos. Los dueños Ana y Miguel Ángel son un encanto y nos trataron genial. Sitio muy recomendable para disfrutar de unos días de relax. Volveremos seguro!

Casa palacio preciosa, en el centro del pueblo, digna de visita. Habitaciones bonitas, elegantes y limpias. Alrededores con mucho encanto para hacer excursiones.

Un sitio con un encanto único, un espectáculo del mudéjar aragonés en una casa increíblemente bien conservada. Visita obligada (abre sólo en verano!), y es recomendable pasar unos días para explorar y disfrutar de las estancias comunes. El matrimonio que lo regenta son un auténtico encanto, se preocupan muy bien por los huéspedes y no escatiman en atención y en explicaciones turísticas. Habitaciones preparadas con mimo, camas cómodas, baños limpios y cabina de masaje. Desayuno muy completo aunque no lo sirven todos los días y en Booking lo anunciaban como un servicio fijo. La habitación que nos tocó tenía cero ruido y una temperatura muy agradable, y un balcón precioso.

Precioso palacio del siglo XVIII muy bien conservado y convertido en hotel. Trato amable y dedicación al los huespedes. Un viaje en el tiempo con las comodidades de hoy.

La casa, muy curiosa... Los Dueños súper amables.

Nos alojamos en una habitación que estaba situada encima del bar de la plaza. Estuvieron con la música a todo volumen hasta las 5 de la mañana. La insonorización era pesima y no pudimos dormir. Tampoco pudimos ver la televisión porque las pilas e
del mando estaban sulfatadas y no funcionaba sin el. Por la mañana no había nadie en la recepción con quién poder hablar del problema y nadie sirviendo los desayunos. En resumen una experiencia que esperaba ser agradable y se convirtió en una pesadilla.

Como lugar es genial, dedicación, y trato muy familiar. El personal muy detallado. Solo tiene un problemilla, la carretera nacional pasa muy muy cerca, y los camiones pasan demasiado rápido, provocando una ruptura de la paz que se respira.

No recomendable para grupos.
Estuvimos el pasado fin de semana 27 y 28 de septiembre, un grupo de amigos con niños, en total 25. La Casa Grande es un auténtico museo, y las habitaciones están ambientadas. El problema es, que la casa está orientada al alquiler de habitaciones individuales, únicamente se dispone de una cocina pequeña (más de cuatro personas se estorban), y los salones de la casa por su decoración y ambientación no son aptos para reunirse un grupo grande, ni están habilitados para utilizarlos de comedor.
Por último, comentar, que mandé esta opinión a “TOP RURAL” la semana pasada y aún no ha sido publicada.