La Naveta

Chigre de referencia y visita obligada! Vermú espectacular. Trato de diez. Además, embotellan su premiada sidra espumosa que está buenísima.
Decoración para nostálgicos con mil cachivaches y desternillantes detalles de otros tiempos. Lo dicho VISITA OBLIGADA EN NAVA

Un sitio para tomar algo en Nava, gran terraza tranquila y soleada. Camarera amable con los clientes.
Las consumiciones no tienen ningún aperitivo acompañando y, cuando vas de Oviedo o Gijón se nota bastante la falta de este detalle. Por lo demás bien!!!

Nos encantó, tanto por el trato, el ambiente y un vermouth riquísimo. Un lugar perfecto para disfrutar de Nava y de su gente. Cerca del Ayuntamiento y a un paso del Museo de la Sidra. El queso y chorizo que nos pusieron para acompañar nos dejó sin palabras. 100% recomendable.

Maravillosa plaza en el centro de Nava. Terraza muy soleada. Riquísimo vermut propio (Amestao). Encantadores los dueños y las personas que trabajan allí.

Unos propietarios que desde un inicio te hacen sentir como en casa y una gran selección de bebidas ( a destacar sus dos sidras embotelladas autóctonas). Llegamos a Nava por casualidad, y por la misma casualidad acabamos en su bar. Gran casualidad que nos permitió descubrir un local que irradia personalidad y horas de conversación. Ya lo reza su toldo:"Se come, Se bebe y Se simpatiza". Sin duda, un lugar por el que merece la pena volver.

Excelente trato y muy acogedor. Tienen elementos decorativos muy curiosos. Hay cervezas asturianas y sidra dulce y brut hecha por ellos.

Estupendo bar con una bonita terraza donde tomar algo. El camarero que nos tocó fue muy amable y simpático. Cuando volvamos a estar por la zona seguro que repetimos.

Pasé por allí y me quedé mirando el bar, porque es muy curioso, con muchos objetos antiguos y una decoración muy chula. Un señor que supuse sería el dueño me dijo que pasase a verlo. Al estar viéndolo, llegó una señora y con muy malos modos me dijo que no podía estar ahí. Le expliqué que me había dado permiso el otro señor y con mala cara me dijo que daba igual.
Me fijé en unos cartelitos con los precios de las tapas. Nos sentamos en la terraza, nos atendió la señora "educada" y pedimos unas cervezas y unas tapas. Las tapas minúsculas y a un precio bastante superior que lo que ponían en los carteles del bar.
En resumen, un timo y además un trato muy mejorable.
La señora, debería asistir a la escuela municipal para aprender modales.