Alabortza - Puntetako Kantina

Para lo concurrido y turístico que es, no está mal. El enclave es espectacular. Sardinas, gambones, calamares y ese tipo de raciones. Pides y te tienes que buscar la vida para sentarte, pero hay bastante movimiento y no tardas mucho en encontrar sitio.
Depende a la hora que vayas l@s camareros son más o menos amables, hay bastante gente y parecen extresados.
Recomendable.

No sé si fue el día, el paseo o los txakoli. Quizás la simpatía de los camareros, pero me parece un sitio ideal para comer si vas a Pasajes de San Juan. Las raciones amplias, todo bien preparado y sí coger sitio para sentarte es genial.

En pasajes de San Juan se coge el camino hasta el faro y tienes un chiringuito que merece mucho la pena acercarse. Unas vistas inmejorables y una botella de sidra con unas sardinas recién hechas a la parrilla... Quién se lo pierde? Eso sí. Las sardinas las hacen a partir de las 13h. y en 40 minutos se acaban. Así que id con tiempo!!!

Lugar pequeño que enseguida se llena. Trato muy bueno con los clientes. Pero precios normales tirando a caros. 2,80€ un helado y 2,50€ una caña.

Después de una experiencia bonita con llegada en barco (1,10€), puedes ver una zona bonita, y llegar hasta el Alabortza te permite ver un paisaje espectacular y comer en plena naturaleza.

LO MALO: han inflado los precios 2-3€ respecto al año pasado CADA PLATO. Y las camareras se empeñan en cantar los números de pedido en euskera. Por mucho que sepa el nivel básico de euskera, no sé decir el 83, me parece una falta de respeto no decirlo en castellano (a veces si, otras no lo hacían).

Sensacional lugar a escasos 700 metros del centro de pasaia donibane y que se llega andando por un paseito realmente bonito, y que es parte del camino santiago por la costa. Al principio y por ser la primera vez no entendíamos bien el sistema para pedir pero luego ya genial, lo complicado de todo es pillar mesa, es una pena que muchos se tengan que ir por no tener sitio, y algún cliente pudimos ver, que ocupaba una mesa de 6, con una única consumición. En cuanto a la comida, genial, en plan picoteo, la carta no es muy extensa pero sinceramente lo que ofrecen es muy variado y rico y no hace falta nada más. Probamos varias cosas y destacar por encima de todo lo demas, las sardinas. Ya por último, añadir que el personal que trabaja es gente joven con muchas ganas, y el cocinero pues chapó, detallazos y buena gente. P.D. El entorno todavía mejora más todo lo dicho. 😉

Un lugar donde disfrutar de unas bonitas vistas y una mejor carta de picoteo.
Las sardinas a la brasa, no es que sean buenas, son una delicia. La parrillera domina los tiempos y el nivel de brasa de una manera espectacular.
Probar sus croquetas caseras es un plus.
Recomiendo probar toda la carta, siempre que exista el producto dado que la calidad es su fuerte.

El personal abierto, hace tu estancia perfecta.

Las sardinas exquisitas. La ensalada un poco regulera, sin cortar la lechuga, las rabas de calamar, prescindibles. Pero el paisaje es de 11!!!