Ondamendi Taberna

El dueño nos hizo unos bocadillos espléndidos de Janos serrano recién cortados q estaban riquísimos. Al ir os vi unas palmeras de chocolate, q ya no compre porque había comprado otra cosa y lo dije en alto y tuvo el detalle de regalarnos a mi compañera y a mi, un trozo de una de ellas.

Muy rica picada de fiambres ; es un bar tradicional de la zona ; lo recomiendo mucho

Buenos productos, muy buena atención, Salé uno mas que satisfecho por lo que ha disfrutado en todos los sentidos. Si se quiere disfrutar y pagar lo justo es el lugar apropiado.

Bar de toda la vida del pueblo. A la vez que bar es tienda de los que puedes encontrar de todo, comida jabón o bebidas.
La atención es casera, nos trataron como si fuéramos familiares, las raciones son interminables, los bocadillos mejor compartir...
Todo a un precio muy asequible. Casi todos los productos que sirven son locales o de la zona.
La tabla de embutidos es exquisita.

Una muestra del gusto y el saber hacer del pais vasco sin majaderias ni pamplinas, aqui lo que manda es el buen genero y la hospitalidad.
Comidas a precios muy atractivos y de los mejores embutidos de Bizkaia.
Sitio escepcional para parar a contagiarte de la energia del pueblo y ver pasar peregrinos de todo el mundo.
Como extra mencionar que el propio establecimiento tiene una pequeña tienda de ultramarinos, nosotros mas de una vez hemos comprado a ultima hora alli porque nos pillaba de paso.

Una pequeña taberna-colmado con mucho ambiente y donde el dueño puede con todo: cobrar, pesar, tirar cañas, cortar chorizo... Puedes comprar desde un bocadillo recién hecho a un par de plátanos o yogures y tomarte al mismo un buen café o vino. Si estás haciendo el Camino del Norte no puedes pasar de largo: necesitarás reponer fuerzas para terminar la etapa.

Es un lugar pequeño que ofrece una variedad de productos para surtir la necesidad de su pueblo, un buen Pintxo de jamón y comida casera. En cuanto a tamaño un poco incómodo y si hay mucha gente debes tener paciencia para ser atendido.

Increible bar. Veniamos haciendo el camino y comimos/cenamos con sus bocatas. Ricos, buenos, abundantes y baratos. Ademas tomamos un cafe y un mosto y nos pusieron tapa de jamón. El camarero muy agradable y campechano. De lo que ya no queda.