La Maloka

Su ubicación y sus vistas desde dentro del local son inmejorables. Dentro encontrarás una gran variedad de pinchos, bocadillos y bollería que piden a gritos que alguien los engulla. Amplia carta de cócteles, cafés y batidos (aún estando buenos, los recordaba más densos y ricos). Local con mucho encanto. El único "pero" a mi parecer: precios elevados.

Me encanta este restaurante, las vistas son preciosas y el interior muy agradable.
La carta variada, incluye postres, batidos. También tienen pinchos.
Todo muy rico
Y si la idea no es comer o cenar puedes simplemente tomar algo y disfrutar del local y las vistas

Un restaurante precioso con unas vistas increíbles al mar y al monte. La comida muy rica pero hay q mirar la carta con QR. Tendrían q contratar a más personas q con una chica en la barra y dos camareros hacen q el servicio sea muy lento, pero ellos muy agradables.

Un bar-restaurante a las orillas del mar. Tiene mucha gente, por lo tanto hay lista de espera, no reservan.
La atención muy buena, cualquier problema te lo solucionan y te dan opción, también te dan opinión y orientación sobre los platos y sus cantidades.
La decoración del sitio muy bonita y atractiva.
El menú es variado, hay tanto picoteo, platos combinados, carnes, platos aptos para veganos y vegetarianos.
La calidad precio muy buena, los platos son abundantes. Nosotras nos pedimos: patatas con queso y bacón, póker boll de langostinos y quesadillas de pollo; de postre goxua y gofre Berga de plátano. Todo buenísimo.
Sin duda para repetir.

Fuimos a comer 2 personas un sábado al mediodía sin reserva. Por la hora, tuvimos que reservar mesa para poder sentarnos en el comedor y esperamos en la barra.
El camarero apuntó nuestro nombre y teléfono, y aunque estaba literalmente al lado de la barra y podía avisarnos en persona, decidió llamar por teléfono.
Pasado un rato conseguimos mesa en el comedor junto a la ventana que tiene unas vistas espectaculares a la playa de La Arena.
La carta es bastante variada con entrantes fríos y calientes, ensaladas y platos de cazuela o “sartenakos” (como le llaman ellos).
Pedimos para compartir unos nachos caseros y un taco de pulled pork. Los dos estaban muy ricos y eran abundantes, aunque tenían el mismo relleno y no nos dimos cuenta al pedirlo.
De principal pedimos un sartenako de huevos rotos con patatas, queso parmesano y bacon y uno setas y champiñones en salsa de boletus.
Buenas raciones y muy ricos; en especial el de boletus.
De postre pedimos una tarta de queso y una de zanahoria que estaban buenas.
El restaurante amerita probarlo por las vistas que tiene de la playa y por su decoración peculiar, aunque no se puede reservar con antelación y supone esperar en barra un buen rato dependiendo de la hora.
Relación calidad-precio aceptable.

Gran variedad de carta , desde pintxos, raciones, batidos...etc. Lugar muy bien preparado y atención profesional. Todo al detalle y siguen en buena línea.

La Maloka ha perdido mucho en calidad con el paso del tiempo.

La cocina no es la que era ni el producto tiene la calidad de antes, es el típico local que muere de éxito.

Lo único que ha aumentado son los precios, para éso no hay problema.

Es una pena que un local con una ubicación tan buena y la amplitud que tiene, las vistas y demás se haya echado a perder y haya apostado más por la vulgaridad que otra cosa.

Es un sitio espectacular. Tienen una terraza fuera abierta muy agradable donde se puede comer y tomar algo y dentro otro comedor con la cristalera mirando al mar a la playa la arena donde te tienes que apuntar en la lista el fin de semana para comer. Las camareras que nos atendieron súper majas y agradables y en la barra como tienen mucho jaleo son súper rápidas y buena atención. Platos y postres espectaculares para repetir y totalmente recomendable 100%. Las raciones son perfectas para compartir porque son bastante grandes. La camarera que nos tocó una de ellas se llama Dane y otra Isabel han sido súper amables y nos dieron muy buena atención.