Oro Negro

Espectacular. Este restaurante es un descubrimiento, por el producto, por el trato, por el servicio, por los postres caseros, por el sabor y por el precio. El mejor chuletón al mejor precio. Uno sale pensando que los americanos no llegaron aquí buscando petróleo, buscaban "El Chuletón".

Muy buen sitio para comer, tomar un café o pasar un buen rato. Gente muy amable y una zona mítica, por el tema del petróleo. Muy recomendable, así como el entorno.

Fuimos.a ver el museo de l petróleo y como se nos hizo tarde para ir a comer a urbaneja del castillo entramos a preguntar si daban de comer ,rápidamente nos prepararon una mesa ,en el comedor solo estabamos nosotros ,de primero solo había sopa de pescado y de segundo lomo o carrilleras ,las raciones muy justas en una cazuelita de barro . Comimos con agua y pagamos 40 € por los dos menús. Nos pareció muy caro para lo que comimos 12€ por menu todavía era caro. Por ese dinero hemos comido mucho mejor con más cantidad y más variedad ,el sitio tampoco es muy acogedor pasamos frío. En fin nos nos pareció bien el dinero que pagamos por lo que comimos.esta claro que no repetiremos.

Uno de los referentes de Sargentes de la Lora y comarca, en la que dada la escasez de este tipo de establecimientos le permitiría bajar la calidad. Pero no, da un servicio excelente y aporta una nota de calidez al frío clima del lugar.
No te pierdas ni el Cocido Loriego ni el Museo del petróleo que queda justo en frente.
Editado: he subido numerosas fotos de una sesión de cocido Loriego. En dos palabras: delicioso e increíble.
¿Qué se podría decir de la relación calidad precio? 100%.
Los garbanzos en su punto, lo mismo se puede decir del repollo. Los rellenos exquisitos y deliciosos, como los de mi madre.
Los sacramentos en su punto y ¡No hubo arrestos para acabárselo!
Pero no dejamos nada, las sobras nos las llevamos en un tupper 😉
¡Enhorabuena Bego y gracias también a Arantza!

Comida sencilla pero llena de sabor. Nos ha encantado, estamos deseando volver para probar el chuletón por encargo que preparan. Sin duda otro plato estrella es la morcilla hojaldrada.. ¡está riquísimo! No vale describirlo, hay que probarlo. Nos atendieron de una forma súper familiar, nos dejaron unas pinturas para q nuestro peque de dos años pintase mientras nos traían la comida. Encantadores.

Hemos estado alojados en el albergue y también hemos acudido unas cuantas veces al bar Oro Negro. Lo lleva Begoña, no sé si los demás son su familia, pero es una tía estupenda. Con las consumiciones nos ha puesto siempre algo para picar. También sirven comidas, y nos ha gustado tanto el ambiente, y lo maja que es ella, que en próximos días volvemos a comer allí.
Por la zona hay buenas rutas para andar, está la explotación de petróleo y el museo, también hay un Dolmen que está en muy buenas condiciones.
También hemos visitado los nidos de trincheras de ametralladoras de la guerra civil.
En líneas generales, merece la pena la visita.

Es un sitio fantástico. No parece al entrar nada especial. Pero la comida está buenísima y son muy amables. Es pequeñito, en un pueblo perdido de Cantabria, pero fue genial

Visitamos el museo del petróleo y su guía, nos recomendó el restaurante "de enfrente" para comer. El local está en fase de remodelación y ya tienen una terraza exterior muy agradable, al igual que el ambiente que se respira. Pedimos un chuletón de vaca, debidamente atemperado que estaba delicioso y una ensalada campera, para compartir.Nos costó acabar y para rematar un postre casero, flan de café con leche. Todo estupendo, sobre todo, el precio, la calidad y el trato. Un día redondo.