Bar Mirador

Llegamos para cenar y nos dice que solo le queda una barra no tiene bocadillos, le pedimos unos sándwiches de jamón y queso y el jamón muy gordo, por una ración de calamares congelados que solo entran seis cobran nueve euros y por unas bravas que no lo eran por que eran fritas normales siete que sabían raras. Total por las raciones ,un bocadillo , cuatro Sandwich y unos helados con la bebida 60 euros carisimo. No es un sitio que recomendaría

Una pena de bar, y el trato aún peor, fuimos a las 9 y nos dijeron q no les quedaba pan y q solo nos podían ofrecer unos cuantos platos de toda la carta, pedimos unos sándwiches mixtos y nos lo pusieron como lo sirvo yo en mi casa con una servilleta por encima y hechos con un trozo de pavo q era imposible de masticar, unos calamares q además de estar malísimos eran congelados y unas patatas bravas q eso no era ni bravas ni patatas, lo q lo salvaba un poco los helados q a un q no estaban todos eran de marca buena, por todo eso y las bebidas nos cobraron 60€, caro y mala atención, no volvería.

Un sitio familiar, que te salva en medio de un pueblo muy pequeño de Segovia, la atención inmejorable, una comida casera 100% , estando ahí vi una persona protestando por los precios, la gente no tiene en cuenta que estos pequeños negocios sobreviven de el escaso turismo que llega a la zona , estoy segura de que en el centro de Madrid por una comida plástica prefabricada pagan el triple y nadie protesta, así que un poco de respeto para estos pequeños comercios que sobreviven a pesar de todo

Bar horrible. Pedimos patatas bravas y nos pusieron las patatas estilo McDonald's con salsa brava. Una ración de calamares que no llegaba ni a media ración. No me explicó como pueden tener valoraciones de 2,3,4 o 5 estrellas.

Hemos ido a cenar unos bocadillos con los niños y todo muy bien. Son muy amables y atentos.

Uno de los dos bares del pueblo de Gallegos. Tiene terraza. Se puede tomar el aperitivo, comer y cenar. La carta es muy básica (bocadillos, platos combinados y algunas raciones) pero no tuvieron problema en prepararme una ensalada. Además la dueña hace postres caseros, nos encantó su flan con leche condensada. El trato muy familiar.

Muy cómodo. Los dueños encantadores. Vistas preciosas desde la terraza de atrás. La delantera muy entretenida y utilizable incluso lloviendo. Muy recomendable.

Ceeveza fresaquita y con gente encantadora incluso con forasteros. Croquetas caseras buenisimas y patatas bravas de 10