Castell Chiringuito Number One

Mala experiencia. No tienes opción si no has llevado nada para comer, hay solo este chiringuito. Los precios son caros para lo que sirven! La comida no tiene nada de especial, ni es sabrosa ni parece que la preparen con ganas! Además, es una lástima que en un entorno protegido utilicen vasos de plástico no reciclables. Los platos y cubiertos sí que son reciclables pero la verdad que no apetece comer así. Se entiende que sea difícil tener vajillas de cerámica / servicio de agua potable en un entorno natural pero no encaja!!! No hemos disfrutado de este chiringuito como en muchos otros que hemos estado. Yo recomiendo a la gente que se lleve su propia comida a esta playa.

Mi familia y yo pasamos una gran mañana en el Chiringuito, al lado de una playa natural preciosa con unas vistas inmejorables!
Trato excelente por parte de los camareros, estuvieron atentos en todo momento además de mostrar siempre una sonrisa.
Ideal para comer y descansar después de un día de playa.
Carta con gran variedad de platos y bebidas a elegir para todo tipo de gustos!
Teniendo en cuenta todas las limitaciones y costes que conlleva tener una instalación en un lugar como éste, los precios son hasta baratos.
No entiendo tanta maldad de la gente en los comentarios, no se merecen en absoluto!
Se nota que la sociedad está a la que salta por la más mínima cosa hoy en día...
No dudéis en acercaros a tomar alguna cosa tanto si estáis haciendo el camino de ronda como pasando el día en la playa!
Repetiremos en cuanto tengamos la más mínima ocasión!

Hemos tomado medio pollo a l'ast y una fideuá. He de reconocer que la comida estaba mejor de lo que esperaba, sin olvidar que estoy en un chiringuito. El servicio es de los peores que recuerdo. Dos chicos deambulando entre las mesas sin hacer nada, cuando había mesas vacías desde hacía más de 30 minutos y una cola de espera de más de 10 mesas, además de clientes sentados pendientes de ser atendidos. El chico que asigna las mesas también las recoge y limpia, pero no da abasto mientras los otros dos aún no sé para qué están. Una lástima que no se dedique más esfuerzo a atender correctamente al cliente porque el entorno de Platja Castell es privilegiado.

No se como describir esta experiencia tan lamentable.
Si vas a esta playa sin comida, casi mejor que te comas la arena.
Fuimos a tomar algo con unos amigos, a mí no me apetecía nada, con lo cual fui el único que no consumió, pasados 5 minutos de nuestra llegada, un camarero (aburrido por la falta de clientela) viene i me dice que el que no consuma no puede estar en la mesa, cito verbalmente: Si no consumes fuera, como un perro. Increíble, falta de profesionalidad y de Valores, además todo carísimo, una simple tortilla de patatas 14€ y 10 croquetas 12. El peor restaurante al que he ido en mi vida, no volveré.

Después de leer las malas reseñas nos la hemos jugado y hemos decidido ir a comer. Teníamos hambre.
Nos han dado mesa rápido al decírselo a uno de los camareros, pero nos hemos sentado y ya está. Aún podemos estar esperando que se acerque alguien.
Al cabo de 5 minutos le hemos dicho al chico de las hamacas, que por lo que parece también es camarero allí, y era el único que estaba por la labor) que si nos podía dar la carta. Nos la ha traído y pedido bebida.
Al final nos hemos ido. Ni bebidas ni nada. Pero mejor, nos hemos ido a un restaurante en Pals que le da mil vueltas en atención. Por no hablar de lo bueno que estaba todo. Y a pie de playa también. A 20 minutos, que era el rato que llevábamos ahí.

Es un buen lugar para tomar algo enfrente de la playa y comer algo muy sencillo si mueres de hambre. Recomiendo pedir cosas sencillas que no necesitan mucha preparación como unas papas bravas o una ensalada de atún. Solo por favor dejar de usar vasos no desechables! Seria bueno tener opciones más sustentables.

Un café en vaso de cartón a 3,10€. Ni las vistas justifican ese precio. Además el resto de bebidas en vaso de plástico. Ni en muchos restaurantes de los mejores puertos de Mallorca tienen esos precios, y por supuesto con tan lamentable calidad y presentación. Una decepción. Huid.

A ver, teníamos pocas expectativas en base a los comentarios. Pero como es la única opción en la zona, no quedó otra que comer allí. Es un parador de comida rápida. Sugiero probar los platos sencillos y ensaladas. Los precios sí son elevados para lo que ofrecen, pero repito, es lo único que encontrarás en la zona por lo que pueden poner el precio que se les antoje. La atención buena, hubo un par de mozos muy atentos y las vistas muy bonitas. La ensalada de queso de cabra estaba muy rica. Estos cuatro platos más bebidas (3 cañas y una botellita tinto de verano) costó 70 EUR. Coincido con muchos comentarios en que deberían optar por materiales más ecológicos. Entiendo que por la falta de agua no se puede usar otro material reusable, como vidrio o cerámico.