Ona

El restaurante con la comida fresca y ligera!
Las ensaladas son porciones bastante grandes y muy buenas. Con las vistas a la playa.

Me sorprenden esas reseñas negativas. Hace más de 10 años que vamos a La Ona...y que voy a decir...mejor imposible. Son super amables, los cocktails insuperables, la Volldamm mirando al mar...buff..y las gildas...se te saltan las lagrimas..mis más sinceras gracias por estos 10 años y espero poder disfrutar muchos años más.

La atención nefasta, como si te hicieran un favor. Lo bueno es que solo llegamos a pedir la bebida, el trato fue tan malo que nos pudimos ir antes de pedir comida.

Soto perfecto para comer algo rápido. Los bocadillos, molletes, tostadas, pan de coca... están muy buenos. Servicio perfecto. Recomendable 100%

Fuimos mi pareja y yo. Estuvimos esperando unos tres cuartos de hora para que una colombiana chillando con urgencia nos pasara por delante sin problemas y encima cuando avisamos al chico que había una cola y se nos estaban colando va y nos espeta que le han mandado los jefes tal que así, que él no podía hacer nada cuando se nota clarísimamente que es un negocio familiar y seguramente el camarero era el hijo o el sobrino. Vergonzoso el trato. Incompetentes.

Impresentables. No respetan para nada las medidas sanitarias. Permiten fumar a los clientes aún sin respetar la distancia mínima, la "jefa" te sirve con la mascarilla debajo la nariz porque según ella al ser una terraza puede hacer lo que quiera. La mesa de al lado estaba a unos 30 cm y las mesas están muy juntas, aún así la gente seguía fumando. La "jefa" ha comentado que ellos siguen las normas para seguridad covid al 100%, entonces se le ha recordado la importancia de llevar la mascarilla de forma adecuada, y la contestación hacia mi mujer ha sido, que no salga de casa si no quiere encontrarse con estas situaciones. Francamente, así no se trata a un cliente, una falta de respeto y de educación enorme. Si queréis ser atendidos como es debido, no os acerquéis a este local.

Buenas tardes, hoy hemos ido a comer a este lugar y estábamos sentados en un sitio elegido por nosotros donde hacia mucha corriente, le dijimos al camarero si podía bajarnos las persianas que daban de lleno con la brisa del mar y él nos dijo que no, que los camareros tendrían mucha calor sino. ( Habían unas personas sentadas al lado y hablamos y pensaron igual que nosotros). Nos cambiaron de sitio, hasta ahí todo bien. A la hora del postre pedí un yogurt griego con MERMELADA de pistacho ( dicho por el camarero que el yogurt llevaba MERMELADA de pistacho) dicho varias veces, porque lo corroboramos y nos dijo lo mismo. Y resulta que era yogurt griego con miel y 3 pistachos encima. Encima nos cobraron 4'50€ por el yogurt. Se lo comentamos a uno de los camareros supongo que era el dueño y encima nos dice que es miel de pistachos, y nos saca el frasco de miel con los pistachos, como ofendido. Pero el camarero más joven nos dijo que era MERMELADA. Entonces es publicidad engañosa!!!!! 4'50 por un yogurt !!! Mil disculpas si les ofendimos, pero ustedes no pueden decir algo que no es, que el producto no lo lleva. Puede ser una equivocación pero fueron varias veces que nos dijeron que era mermelada. Y era un frasco de miel con pistachos, me parece un precio excesivo para un yogurt con miel.

Todo muy rico pero tuvieron un detalle muy feo al cobrarnos las olivas que nos pusieron para picar con las cervezas. Todo lo otro muy bien y el camarero muy agradable.