La Granja de Sitges

Sitio sencillo con buena carta.

Lugar para tomar algo o comer, tiene una amplia carta de dulce y salado.

El servicio es rápido y amable, la comida hecha en plancha y sencilla. Pero calidad-precio correcto.

Terraza bonita, aunque te cobran mucho suplemento.

Desde sus principios hace 41 años hasta hoy que sigo viniendo año tras año. A pesar de vivir en el extranjero es una visita obligada para desayunar como una reina. Servicio impecable con calurosas sonrisas. Felicidades a la familia Fuertes por su perseverancia, dedicación y profesionalidad!

Que no cierren nunca. Estas dos cafeterías llevan en Sitges desde que tengo memoria, no destacan en nada en particular pero son espaciosas y es agradable estar ahí.
Les cuesta innovar pero mola

Lugar para tapear por la noche sin grandes pretensiones. Eso hicimos. Estuvimos entre semana. No había mucha gente. Pedimos varias cosas y estaban buenas. La atención es buena. Aseos: 6 de 10.

Yo que soy de desayunos fijos (tostada con tomate aunque se hunda el cielo), tras probar en algunos sitios con poca fortuna, repetí en éste por calidad/cantidad/precio.
Muy rico el café y sobre todo, el pan.
Y la guinda, poder desayunar tranquilamente en su patio interior super chulo.

Llegamos por la tarde, después de hacer todo y fue el único lugar que pudimos encontrar en la calle principal, la de Vicente por dónde va toda la gente, a tomar el café y pan de cierre. Buscábamos viniendo de la playa, ya cansados, mesa o terrazas con vista al gentío que va y viene, como si se tratara de una interminable e improvisada pasarela, actividad convertida por muchos, incluidos nosotros, en uno de los atractivos turísticos de la ciudad. Y lo encontramos aquí! En la Granja de Sitges, con café fuerte (mejor pedirlo con leche) y la passtiseria o bollería que les queda de la mañana. Muy buen trato, pocas opciones de pan y mesas con vista a la calle, así que hay que llegar con suerte o esperar.

Y hoy es sábado, hoy toca serranito en la granja para cenar como todos los sábados de este verano, en especial aplaudir la simpatía de la camarera Manuela y las maña de rosa de hacer los mejores serranitos del mundo. Hay que apuntar que también descubrí sus tortillas excelentes de verdad que seguiré viniendo a este bar donde el trato y la comida son muy muy buenos buenísimos.

Mi experiencia fatal!
Primera vez pedimos y el chico que nos hace la comanda se va para su casa y nos quedamos ahí sin beber ni comer…
Para colmo hoy vamos y atienden a los que vienen después y a nosostros nos dejan desatendidos allá ni si quiera beber ni la carta ni nada! Atienden a los que vienen después que nosotros y a nosotros de lado! No es una vez… ya es la 2a! Muy insatisfecho! Al final nos hemos ido sin decir nada (ya que a nosotros no nos han dicho tampoco nada!) una verguenza! No lo recomiendo por el trato al cliente que es NULO!!!