A Batea

Penoso lugar para ir a desayunar porque para empezar no tiene servicio de mesa tienes que ir a buscarte o tú habiendo camareras sin hacer nada. Lugar muy sucio y con los suelos rotos la verdad es que podían tener un poquito más de cuidado y de limpieza. Y lo peor de todo es el croissant a la plancha y el café que nos han puesto de verdad que pena, totalmente quemado y seco. Es una pena que lugares así estén abiertos. Adjunto fotos para que vean que no miento. Cuiden más su negocio por favor

Buen menú de comida casera más barato que los restaurantes de la zona con buen servicio y atención y el estado general está limpio. Pierde un poco de presencia que el baño de mujer parezca también el almacén, pero volveré sin dudarlo

Nunca habíamos estado es la primera vez y la verdad que nos gustó mucho.... las raciones son muy grandes... las patatas bravas están muy ricas .. Lo único malo que el cachopo tenía el queso muy fuerte... las orejas estaban de muerte y precio esta muy bien no es caro... los refrescos estan bien de precio... las cantidad de las raciones y la calidad muy rico.😍😍😍🍖🥖🥨seguro que repetimos🦐🍻🍨

No suelo poner reseñas, pero lo de hoy ha sido lamentable en este local. Estaba repleto, pero seguían atendiendo a gente y por consiguiente, tardaban en servir las cosas. Llegamos a las 20'30 horas y salimos a las 00'00. Entre medias, pedimos para beber y 3 raciones (calamares, raxo y oreja). Pedimos en cuanto llegamos y, una hora después, decidimos suspender una de las raciones (oreja) viendo que no nos habían servido la primera. Una vez nos pusieron la primera, no pusieron ni pan (solicitado previamente) ni cubiertos ni servilletas.

A todo esto se sumó el trato indiferente de la camarera de detrás de la barra y de otra que servía las mesas. Al contrario, uno de los camareros se mostró atento y comprensivo dentro de, insisto, la situación complicada que tenían.

Vi lo que sucedía y lo comprendo, estaban llenos, pero la actitud podría haber sido otra. Hubiéramos entendido que nos dejasen las cosas claras desde el principio, pero seguían aceptando pedidos. Podrían habernos dado un plazo, pero entre que se pidió y sirvió pasó una hora (para una ración) y media hora más para la segunda (pedimos tres, pero, como ya se ha comentado, ante la tardanza, se decidió anular). A ello hay que sumarle 15 minutos esperando la cuenta.

Hemos comido hoy en este sitio de casualidad. Había tomado algo anteriormente y nunca ha sido de nuestros sitios favoritos ya que las tapas dejan bastante que desear y las coca colas son tamaño pequeño. Pero bueno, dijimos vamos a probar.
Hemos pedido croquetas de jamón y roquefort con nueces, muy normalitas. Creo que las nueces se les olvidaron. Ni rastro de ellas, tampoco en sabor aunque si sabían bastante a roquefort.
Pedimos unos tigres, los típicos que compras en el super congelados y fries. Sin más...
Para comer, de plato principal, pedimos un cachopo, aprobado muy raspado, prácticamente no tenía queso y el empanado tampoco era una maravilla. No lo volvería a pedir.
Pedimos un entrecot trinchado, venía cortado en tiras en plato caliente donde se seguía haciendo, estaba bueno y las patatas también estaban bastante aceptables. También pedimos una hamburguesa pero el pan quizá no era el más adecuado, aquí para gustos colores.
Para beber pedí un tinto de verano con limón, creo que es la primera vez que me dejo en un bar más de la mitad del tinto.
En definitiva...no hemos comido mal, pero tampoco recomendaría el sitio a unos amigos para ir a comer. Si te pilla un día que vas con prisa y no tienes tiempo para cocinar, no está mal.
No hice foto a la cuenta porque se puso a llover y salimos corriendo pero fueron unos 80 euros. Creo que es más un bar para comer unas raciones y poco más.

Camareros muy amables y pendientes de todo. Nada más llegar te ponen la tapa y al segundo las bebidas. Hemos ido en familia y nada más ver qué venía un niño peque han montado dos sillas para que el niño llegará bien a la mesa.
Encantadores, muchas gracias ☺️

He venido siempre que tenía que desayunar aquí porque me encantaba la tostada con aceite y tomate que ponían..

Han cambiado la salsa de tomate y no sabe igual pero me han puesto pan de ayer, y eso no puede ser.

Los obreros dejan buena caja tomando tercios por la mañana, pero si descuidan el desayuno, cuando acaben las obras, no desayunará nadie aquí, es de primero de hostelería…

Por supuesto que un menú de 11 euros es un menú sin muchas pretensiones, comida casera aceptable, es todo lo que esperaba, pero un segundo plato de unas chuletas secas e intragables y unas patatas fritas impresentables es el colmo de una comida infame, pero el colmo de los colmos es cuando llamo al mesonero y retiro el plato intacto y me pregunta sin inmutarse si quería café o postre, le respondo café y se marcha con el plato sin importarle qué había pasado con mis chuletas, total indiferencia al cliente, me tomé el café, pagué y me marché. Conclusión, por lo menos a comer no voy más y no lo recomiendo a nadie.