El Molino

Buen servicio, típico bar de barrio español. He venido en invierno a desayunar y el café ideal, muy caliente como debe ser. No es un bar gourmet y yo no esperaría una calidad de producto abrumadora pero se está muy cómodo y el personal es muy agradable. No es caro

Desde la atención a la comida fatal.
Las tapas que nos pusieron estaban recalentadas 5 veces.
Y lo que cenamos con muchísimo aceite.
De la carta si había 15 raciones, 13 de ellas no tenían.
La camarera un poco perdida.
Hay mejores bares en el barrio que este desde luego.
No lo recomiendo para nada!!

Pedimos 4 raciones, de las cuales solo merece la pena la oreja. Las bravas estaban duras, les faltaba hacerse. Los huevos rotos estaban bien, salvo que la salsa de mostaza los arruina completamente, una pena. La sepia no había por donde cogerla, insípida, dura, mal acompañada por hojas de lechuga sin más.

Muy buen trato, precios ajustados. Me gustaría hacer énfasis en la camarera Raquel, que atiende fenomenal en la terraza y siempre está atenta, sin embargo la de la barra y cocina no la ayudan. Que pena. Tardaron 30min en sacar un primero y otros 30min en sacar el segundo plato. Nos hemos ido sin el postre porque ya llevábamos 1 hr y media. Lamentablemente no volveremos a comer.

Hemos vuelto después de bastante tiempo y siguen igual, servicio pésimo, tapas escasas y con calidad dudosa y sobre todo desafortunada o no (pienso que es una rutina en el local), cuando pides la cuenta y pago con tarjeta, te dicen de voz el total y sin comanda. Ver, Cuidado!!!
!

Una fenomenal atención y servicio. La carta variada y todo muy rico. Un sitio muy recomendable!!!

El sábado por la noche éramos 4 personas. Pedimos 2 cervezas, una tónica y dos vasos de agua, hasta ahí normal.
Cuando ya se va la camarera después de tomar nota, pregunta: -¿el del agua va a querer algo más?
Perdona??? Por pedirte agua te pones así de borde?? El delito cuál es???
Cuando vuelve con la bebida, solo trae aperitivo para 3, ya que "el del agua" no tiene derecho a consumir parece ser.

No sabía yo que pedir agua estaba tan mal visto esta sociedad. Si ya habían tenido varios desplantes de esta guisa, el de el otro día fue el último desde luego.

No vuelvo a tomarme algo ahí, es una pena por que tienen buen café y buena sombra por las tardes de verano para tomarte algo; pero el camarero de pelo rizado es un “seco y desagradable”.
Nos han puesto de aperitivo con las cervezas (a las 19 h) unas patatas fritas hechas de por la mañana (asquerosas y resecas), se lo comentamos al camarero y nos pone una sonrisa irónica.
Sugerencia (ya se que el aperitivo es opcional), pero para poner esto tirarlo, mejor no pongáis nada, de verdad. Y recordar, que se vive del cliente, así le tratáis (así volverá); yo desde luego, ya puede ser el último bar de Getafe, no vuelvo.
Ah, y un poquito caro: todas las consumiciones 2,50€ (cafés, cañas, vinos…) “debe ser tarifa plana”