Bar O Casteliño

Recientemente estuve en este Albergue , y voy a resaltar tanto lo correcto como lo que no me gustó.
En primer lugar la comida es de calidad, pero te ponen el mismo menú tanto para comer como para cenar, es decir, si realizan un Guiso lo tienes tanto para la comida como para la cena.
Solo dos primeros y dos segundos, y no te salgas ni un ápice que no te lo varían.
Para cenar, no sé si será para ahorrar, nos sientan a todos en la misma mesa, quieras o no, por lo tanto a compartir ensalada, bandejas etc.. y si te toca con alemanes, franceses, ingleses o cualquier peregrino que no hable tú idioma, pues ya sabes, te sirve de clase gratuita de idiomas, cenarás con ellos.

La calidad de los guisos al medio día es buena, por la noche ya sabes, es el del medio día.

Los postres no están a la altura de los guisos, dado que solo te ofrecen yogures de hacendado o flan no casero en el menú.

El wifi está de adorno, lento y casi sin cobertura.

La cocina está pero no está, con la excusa del covid no te permiten ni freírte un huevo.

Vino el que quieras, no escatiman y no es malo.

Las salas de las literas limpias, al igual que los aseos/duchas, pero esa noche con un fuerte olor a desagüe, no sé si será lo normal.

Te bajan desde el bar en un coche particular al albergue, se agradece si llegas muy cansado.

Resumiendo, te sientes en un campo de concentración, en régimen militar, lo que hay juega, en horarios y o comida. Si estas dispuesto a obedecer quieras o no sus reglas, este es tu albergue, si no, pues camina mucho más hasta encontrar el siguiente, que por cierto no está cerca y de eso se aprovechan.

Debieran entender, que esta y o otras críticas constructivas debieran servir para aprender, mejorar e intentar dar ese pequeño toque que le falta para estar en línea con otros albergues del camino.

Paré en este bar a tomar un café y cargar pilas para llegar bien a Cee. El café estaba muy bueno. La dueña me atendió muy bien, fue muy amable. Y tiene un gato precioso y cariñoso que ronronea mucho y se deja acariciar, fantástico para los que nos gustan los animales. Me llevo un bonito recuerdo de este bar.

Estuvimos en el albergue. El exterior es genial para descansar, pero las literas son incómodas, la de en medio no tiene ni doble barandilla por lo q es un peligro y te puedes caer.
Solo hay un baño con ducha para todos y se inunda el suelo.
La cena regular… el pan del día anterior, la sopa de fideos pasada, la carne y la ensalada estaban muy buenas. A veces me da la impresión que por ser peregrinos y muchos de ellos de otros países, la gente puede ponernos de comer lo que sea…
El personal muy amable, las instalaciones limpias.

Muy mal educada la señora! Primero que no hay hielos de muy mala manera y segundo, al rato de haberle pagado con un billete de 20€, nos viene otra vez de mala manera a decirnos, que si le habíamos pagado con 10€… no entendimos nada, le explicamos que no, que eran 20€ nos tomamos las consumiciones y nos fuimos!
Buen camino! Pero jamas volveremos a este “maravilloso” lugar.

La amabilidad y la atención ha sido fabulosa, de diez. El albergue está muy bonito aunque está distanciado por lo que te acercan desde el bar al mismo en su coche particular. La habitación con litera olía muchísimo a estar mucho tiempo sin ventilar. Los colchones son muy malos, de muy baja calidad y de viejos muelles. Las mantas son viejisimas, están gastadas y además son muy pequeñas. El mobiliario de la habitación está obsoleto. El baño estaba muy limpio y en perfectas condiciones sanitarias con un plato de ducha espacioso. No tienen WI-FI, Movistar sin cobertura en esa zona. Albergue por 25€. La cena fue abundante, filetes de lomo, 2huevos, patatas fritas, ensalada, pan, agua, postre y café por 8€. No lo recomiendo para dormir.

Llegamos a las 13:30 y preguntamos por el menú, y nos dicen que no les queda porque pasaron muchos peregrinos... somos pocos, anoche mismamente estábamos solos en el albergue... No me gusta que me mientan, si no quiere cocinar porque somos pocos por el covid dígamelo. Creo que se aprovechan de ser el último bar antes de Cee que queda a 15km. El bocadillo de tortilla francesa (único caliente) muy sencillo.
En fin, si podéis parar antes de este bar o tirar hasta Cee.

En este sencillo lugar junto a la carretera, la comida es tan honesta y sabrosa como no te darán de comer en Fisteterre. ¡La presentación de los platos, de sabor y sencillez, recuerda a la comida favorita de la abuela! ¡Muchas gracias Maestra!

Muy mala recomendación. No llegamos bñni a entrar ya que en Cee, el pueblo de antes si haces el camino al revés, ya varias persona del pueblo nos dijeron que ni fuésemos, que se aprovecha de losnelregrinos cobrandoles mucho más. De camino preguntamos a varios peregrinos y nos dijeron que súper mala atención, que decía unas cosas que no eran y cosas así, así que pese al hambre, decidimos seguir adelante.