Restaurante Casa Ramos

La experiencia fue muy buena ya que la atención, la comida y el ambiente fueron geniales. La forma del lugar es por el piso inferior el ambiente de un bar y subiendo unas escaleras te manda a un restaurante más lujoso y con excelente decoración.

La comida fue estupenda aunque por ejemplo el pastel de centollo era demasiado ya que se acompañaba con tostadas y para untar era demasiado,hubo otras cosas por ejemplo las carrilleras que fueron muy buenas, se cortaban perfectamente y su textura era genial y la cantidad fue ideal para 2 personas.

Luego los postres fueron muy buenos y para los amantes del chocolate recomiendo la tarta de chocolate puro, es muy buena aunque para otras personas es más recomendable la tarta de la abuela que es menos fuerte aunque el relleno de la tarta antes mencionada hace que le sabor del chocolate sepa más suave.

Es un lugar para comer y disfrutar, la comida deliciosa siempre bajo la recomendación de su propietario Benito quien te atiende personalmente ,los platos exquisitos,los postres únicos,en general todo es estupendo. Al llegar puede costar encontrar donde aparcar y al entrar tiene toda la fachada de un bar ( de hecho lo es) pero eso es planta baja,el restaurante es en el segundo piso donde reina la calma la atención y el deseo de degustar un buen. Plato acompañado de un buen vino. El.precio es lo mejor , en pocas palabras un sitio al que se debe visitar muy frecuentemente!!!

La experiencia en este restaurante, excelente atención, la comida divina,el pastel de centollo una exquisitez, la carrilera un manjar, los postres inigualables y la atención personalizada por parte del dueño, Benito que nos hizo sentir en casa, el unico contra que el aparcamiento es un poco complicado, pero si vienes a Sada tienes que comer aquí y degustar la comida de Lourdes y María Lourdes que es un deleite para el paladar!!!

Llegamos a este restaurante por recomendación de Manolita, dueña de la casa rural donde nos alojabamos.
El primer día que cenamos, Benito nos ofreció calamares fritos, croquetas caseras de jamón y pastel de centollo, una delicia total y un acierto. De postre, ante nuestra indecisión, nos propuso una muestra de las especialidades de la casa (tocinillo de cielo, tarta de queso, tejas de almendras y tarta de chocolate al estilo Viena), todos buenísimos pero la tarta de chocolate espectacular. La seguimos tomando todas las noches, ya que fuimos a cenar durante todo el tiempo de nuestra estancia. Cada día, casi mejor que el anterior, en cuanto a platos de buena calidad, frescura, preparación y buen precio, acompañados del excelente trato de Benito. Nos informó de sitios para visitar, otros sitios dónde comer fuera de Sada, e incluso pescaderías y marisquerías donde poder comprar productos frescos.
Merecen un sobresaliente, tanto él como, por supuesto, las grandes cocineras, su mujer Lourdes y su hija María Lourdes.
Muchas gracias, estamos deseando volver.

Atención muy buena, pero la comida aunque estaba rica no nos acabo de convencer, empezamos con una empana casera de xardas que estaba espectacular, sin duda para nosotros lo mejor, de segundo un pastel de centollo que aunque estaba rico desde nuestro punto de vista sabía demasiado a huevo y menos a centollo, pero eso sí, era casero de los de verdad!
Terminamos con una ración de raxo que para nuestro gusto estaba durillo y de precio para la ración que nos pusieron nos pareció elevado.

Lugar recomendable, siempre que puedo lo visito porque toda la carta me engancha a volver, los chipirones inigualables, estuve con mi familia de Canaria y se fueron muy satisfechos por el trato recibido

Súper bien, la atención es excelente, y la comida muy rica.

Buen ambiente,muy profesionales y cocina excelente.