Parada obligatoria, un sitio peculiar y bien cuidado. Los bocadillos eran bastante buenos, aunque hinchan bastante. El camarero era bastante samugo, por la cantidad de gente que quiere sellar sin consumir. Está allí trabajando por amor al arte, señores un bar no es un servicio público.
Tiene unos perros sueltos por la terraza bastante grandes, pero super bien educados. Hasta les di de comer, con el miedo que me dan.
Samantha moreta2 años atrás
Sitio peculiar en el camino. Es uno de los sitios de parada casi obligatorio. Por lo contrario el precio, es algo elevado para los platos o el servicio que ofrecen. Si estás realizado el camino, el sello del bar es bastante peculiar y llamativo.
Jasón Troya2 años atrás
El sitio es una pasada, a medio camino quien le dice que no a una cerveza con su buena empanada? 🤤 Te dejan colocar la tuya si encuentras hueco sin molestar a las que ya estaban. Con una fianza de 5€ Fe deja un rotulador de color blanco para que dejes tu huella en ella. Una vez escrito lo que quieras en tu botellín entregas el boli y te devuelven tus 5€.
Laura Fernandez-Sarabia Pardo2 años atrás
Curioso bar durante el camino de Santiago. Merece la pena parar y verlo. Enhorabuena por hacer de esos lugares, algo todavía más espectacular :)
Blanca Prieto2 años atrás
Lugar original y curioso para los amantes de la cerveza. La tortilla riquísima y recién hecha y el pan perfecto.
No ponen sello, pero ya lo avisan en el cartel de la entrada.
Ismael Parra2 años atrás
Una curiosa parada en el camino, un recinto de parada obligatoria por su contraste con el camino. Es un recinto lleno de de botellas vacías donde los peregrinos durante años ponen y firman mensajes. Es espectacular el orreo y la particular puerta del perdón. Puedes tomar una cerveza artesana por 2,50€ y picar chorizo, jamón… cosas de la tierra. Un aplauso por el hostelero que es súper amable y en todo momento te da consejos mientras escuchas de fondo piezas de la música clásica. Un contraste brutal. Te lo recomiendo 110%, un oasis dentro del camino.
Antonio Ruiz “Antuan”2 años atrás
Sitio de paso y parada obligada. Su originalidad asombra la vista. Imprescindible probar su tortilla de patatas recién hecha y la cerveza artesana. No olvides pasar por la puerta del perdón 😉
Fernando Gabriel GONZÁLEZ RESLER2 años atrás
Hacía tiempo que no tenía la sensación de que “Me están perdonando la vida”, y menos aquí en Galicia. La verdad No recomiendo parar, lo único a destacar es el entorno diferente de botellas.
Está allí trabajando por amor al arte, señores un bar no es un servicio público.
Tiene unos perros sueltos por la terraza bastante grandes, pero super bien educados. Hasta les di de comer, con el miedo que me dan.
Es uno de los sitios de parada casi obligatorio.
Por lo contrario el precio, es algo elevado para los platos o el servicio que ofrecen.
Si estás realizado el camino, el sello del bar es bastante peculiar y llamativo.
Te dejan colocar la tuya si encuentras hueco sin molestar a las que ya estaban. Con una fianza de 5€ Fe deja un rotulador de color blanco para que dejes tu huella en ella. Una vez escrito lo que quieras en tu botellín entregas el boli y te devuelven tus 5€.
No ponen sello, pero ya lo avisan en el cartel de la entrada.
La verdad No recomiendo parar, lo único a destacar es el entorno diferente de botellas.