Café Bar Ana

Una auténtica basura. Paramos por casualidad en este bar, entramos y al acercarnos a la barra el dueño nos pregunta con cara de asco "que queréis?" Literal.
Le preguntamos si tenían algo para picar y su respuesta fue un gruño y una risa de desprecio. Mi amiga y yo nos miramos alucinadas y salimos de ese espanto de sitio.
No entiendo porque algunos deciden dedicarse a la hostelería si le da tanto asco la gente.

Buen trato muy amable la dueña , a pesar de que los bares de alrededor no nos dieron de comer ella nos ofreció raciones de tapas a buen precio

Una atención excelente!!!!
Muchas gracias por el servicio,
Sois muy buena gente y eso se agradece.
Muy rico el pulpo y las tortillas.

Es un bar sencillo, no dan comidas pero siempre te ponen tapa rica, son majos y tienen una terracita fuera

Encargamos 2 tortillas para llevar, 10€ la tortilla

Paramos a las 14:00. Preguntamos si podíamos comer y nos dijeron que allí no hacían comidas. Pregunté sorprendido si no hacían nada de comer y me dijeron que solo hacían raciones. Al preguntar qué hacían o si tenían algún tablón donde ver qué podíamos pedir solo nos dijeron "zorza". Y alguien de cocina también dijo "y tortilla". Al ver que en el resto de mesas tenían otras cosas, aparte de zorza y tortilla, pregunté si no tenían nada más. Nos dijeron que no. Así que nos fuimos. No entiendo el por qué, ya que no era tarde ni tenían el local lleno. Puede ser que realmente no tuviesen nada más, pero me parece raro que esto pase aquí. Desde luego, no volvería a intentarlo ni lo recomendaría.

Paré a tomar café a primera hora de la mañana. Iba solo. Bar sencillo y muy madridista (punto a favor). 3 lugareños en la barra hablando del covid. Trato muy frio, casi incómodo por parte del dueño. Pedí un segundo café. Realmente necesitaba despertarme. Pagué y me marché. Realmente sentí que estaba de más en aquel bar. No me ha pasado muchas veces

De los camareros más desagradables que vi en mi vida. Le pides algo y parece que le estás debiendo la vida, ni siquiera te dice hola al entrar. Ponía tapas para los clientes del pueblo y al resto ni las ofrecía, a lo único que te invitaba era a irte de lo incómodo que te hacía sentir. Para nada recomendable