Bar Las Palmeras

Fuimos a cenar unas tapas y fue una gran elección. Con la bebida te sacan un revuelto para picar. Las tapas son generosas y relación calidad precio estan muy bien. Volveriamos sin duda.

Como todos los años, hemos encargado paella de mariscos, la comida increíble, porciones super grandes, y la sangría muy buena, a nivel del personal no hay nada de que quejarse. Sin duda volveremos como todos los años.

Tiene una comida muy buena, la calidad precio es genial y tiene buenas raciones. En cuanto al servicio son muy atentos y simpáticos, la única pega que le pondría al sitio es que no tienen carta física con las medidas covid pero se la saben de memoria los camareros.
Pero es un sitio al que merece la pena ir.

Fui a almorzar pedí medio bocadillo de calamares a la romana y después de 20 minutos me dicen que no tienen, cuando me dieron al principio que sí que tenían. Cambié el bocadillo por uno de sepia y a los 15 minutos me dicen que no les queda pan. Eles queda pan. Pues hacerme una tostada y aún estoy esperando.luego pido la cuenta y me cobran como si hubiera almorzado pero sin bocadillo. Y el camarero se estaba tomando un bocadillo bien hermoso. Fatal

Fuimos dos veces. Una para cenar raciones todo bien sin problemas y otra para comer. A la hora de ir a comer nos encontramos con la sorpresa de que no había nuestro plato que habíamos pedido desde el día anterior ya que así lo requiere y la solución fue que no hay y ya está. Hay bastante descontrol y el trato al cliente deja mucho que desear, en concreto hay un camarer@ que parece que le estás mendigando comida. Quizás se aprovechan de que son uno de los únicos 2-3 restaurantes que hay en la zona y siempre tienen clientela. He de decir también que la comida está bien de sabor aunque pocas cantidades y el resto de camareros también amables.

Ya he venido un par de veces porque no hay otra cosa abierta. La camarera no es que sea antipática, esque ni te mira y pasa olímpicamente de ti. Si no conoces a alguien casi ni te atienden. Bastante tiempo de espera para que una caña te llegue sin espuma.

Encargamos una paella Valenciana para llevar para 4 comensales.
A la hora estipulada recogimos la paella del restaurante. 10 euros por ración y 10 euros de depósito que te devuelven al llevar la paella.
A primera vista el paellero es muy pequeño para una paella de 4 comensales, por lo que tienen que hacerla muy gruesa.
Lo primero que llama la atención de la paella es el exagerado color amarillo del arroz debido al abuso del colorante alimenticio durante su elaboración. Las verduras se encontraban duras, el arroz estaba pasado al ser la capa tan gruesa del mismo y había trozos de pollo sin cocinarlos bien. Las pelotas de carne se notaban que eran industriales y no de carnicería artesana. Sin sabor reseñable. Raciones muy generosas. Fuimos recomendados por varias personas sobre lo buenas de sus paellas, pero no fue nuestro caso, gran decepción.

La sepia muy buena, eso sí en plato de postre. La camarera lo más desagradable y antipática del mundo. La atención al cliente pésima.