Bar Araia

El Bar Araya es sin duda un lugar especial donde disfrutar del mejor ambiente posible, algo que sus dueños hacen realidad gracias al buen saber hacer en los fogones, el trato cercano, atento y exquisito como en pocos sitios se puede encontrar hoy en día. De aspecto humilde, en sus mesas se respira felicidad y buen rollo. Cocina casera con productos de la zona y buena mano en todas sus preparaciones, desde las tostadas de desayuno, dulces o saladas, el picoteo a cualquier hora del día, comidas y cenas a placer. Tortilla de todo lo que te apetezca, arroces, ensaladilla de primera, croquetas espectaculares (no puedes comer sólo una), embutidos, ensaladas variadas... Además, si hay algo que quieres y pueden, seguro que te lo preparan. En pocos lugares encontrarás un trato tan atento y cercano. Dentro de la oferta hay opciones para vegetarianos y veganos, tienen una amplia terraza con mesas al aire libre y cubiertas y un local interior de tamaño medio que respira ambiente familiar. La relación calidad-precio es imbatible. Tanto si estás de paso, como si vienes a escalar, andar en bicicleta, hacer trekking o simplemente visitar la zona, el Bar Araya es una parada imprescindible en tu ruta. No te dejará indiferente, seguro.

El paisaje alrededor muy bonito. Ideal para aparcar, almorzar y hacer senderismo.
Gente muy amable.

Hoy he comido con mi familia un cocido especial. Muy bueno y muy amables. Ideal el trato de Ana. Sitio especial y agradable

Muy buenos bocadillos atención excelente precios acordes a la calidad

Buen almuerzo y bien de precio cacahuetes y olivas bocata craguillo y jarra sangria para dos siete euros

Tenía el agradable recuerdo de la última visita que realice a este bar de Araya en el 2019, hoy hemos regresado y nos han vuelto a sorprender con sus tapas, platos combinados y sobre todo la simpatía que rebosan Ana y Antolín. Totalmente recomendable hacer un alto y conocerlos para todo aquel que visite esta estupenda zona conocida por el Despoblado Mas de Rogle y el Salt del Cavall y si eres ciclista y no conoces el lugar no te pierdas la belleza del tramo de carretera de Alcora a esta población. Por cierto el carajillo “Cremaet” de 10. Nosotros repetiremos.

Ni te imaginas lo que pueden hacer por ti!!!
Almuerzo muy bueno; me hace lo que más me gusta y platos muy llenos. La bebida en jarras congeladas.
Que tortillas...!!!
Se nota que Antolín es criador de gallinas.
Vale la pena recorrer la distancia hasta este pueblo, en coche o en bici, para disfrutar de su atención tan cercana!

Buenos bocadillos y buen precio. El carajillo no tenía azúcar pero creo que sería un despiste. Lo único malo es que el personal del bar nadie lleva mascarilla con la que todavía esta cayendo y solo por respeto a la gente no se lo tendrían que permitir.