BAR SAN MIGUEL.

Estupendo bar. Fuimos por el tema este de la ruta 99 y fue un acierto.
Muy buen trato por parte del dueño y rapidez en hacer los almuerzos.
El embutido está muy bueno,al igual que el morro(aconsejable probarlo),de 10.

Si a todo eso le añades una terracita en la parte de atrás del bar, donde reina la tranquilidad y sin cobertura en el móvil, para poder hablar mientras almuerzas con algún vecino de este pequeño pueblo, o con el propio dueño....pues le pones la guinda a la salida motera cómo fue en nuestro caso.

Para repetir

Fuimos un viernes 18/03 a ponernos el cuño porque estamos
Haciendo la ruta 99 y sino hubiera sido por qué teníamos el perro en la Furgo nos hubiéramos quedado a cenar. Pedro el dueño es un hombre entregado y amable que nos indicó para hacer unas rutas al día siguiente, además la gente que había en el bar fue muy amable también! Tiene una carta muy completa y es un bar que abre todos los días a las 7 y hace que este pueblo tan pequeño en el que solo viven 20 personas no se extinga y puedas tener los servicios que no tiene el pueblo por la escasez de gente que vive allí! Sin duda repetiremos, es la 2a y habrá una tercera !!!j

De los lugares para perderte... Encantados con el bar y su dueño... El morro, el huevo de corral, el embutido... Espectacular... Las cervecitas al sol, después del encantador paseo por las sabinas milenarias... Gracias Pedro...

Muy bien hemos comido ,platos abundantes y muy buenos ,la atención exquisita por parte de Pedro ,muchas gracias ,volveremos,calidad precio muy buena y muy barato

Magnifico lugar dónde poder disfrutar del paisaje y recargar pilas.
Pedro, magnífico anfitrión y maravillosa atención, morro ,arroz horno, bravas y un grandioso CREMAET como colofón.
Sin duda volveremos a retroceder en el tiempo saborear el aroma de pueblo de verdad y a comer en el Bar San Miguel.
Gracias por la atención y por mantener vivo la zona.

Hemos pasado un fantástico día, además de que el pueblo es muy bonito, hemos comido en Bar San Miguel donde Pedro nos ha atendido con mucho mimo y paciencia, todo estaba buenísimo, los torreznos de 10 y toda la comida pedida exquisita, entrecots, arroz al horno, embutido de la zona, lenguado y ensalada, acompañado de bravas y torreznos.
Vinos, cremaets espectaculares y para rematar chupitos variados
Sin dudarlo volveremos en cuanto podamos.
Gracias Pedro por su hospitalidad.

El único bar del pueblo pero se come muy bien. El dueño es súper amable y cocina bien. No os perdáis un magnífico morro.

Trato súper cercano, el dueño es muy amable. Si vas allí, asegúrate de traer dinero en efectivo porque la falta de cobertura no le permite tener datáfono. Ah, y pide morro de cerdo.