El Dicho

Bar que tiene una terraza privilegiada en la misma plaza donde puedes tomarte algo mientras los niños están disfrutando del parque. Pero que pena de dueño, antipático y rancio, el cual al ir a pagar con tarjeta ha empezado maldecir de lo lindo.

Se creen los dueños de la calle, una señora decide ocupar con su cuerpo 6 min un lugar donde el resto de los ciudadanos podemos aparcar, y por sus ovarios no se va, llega más tarde el dueño del bar queriendo aparcar… cuando habíamos llegado primero. Después de ver como son de RASTREROS, no se merecen ni 1€. Si nos fuimos fue porque nosotros ibamos al centro médico, pero no se merecen nada estas personas, que se creen que tienen derechos, si nos fuimos también fue por no ver el coche rayado ya que te esperas cualquier cosa.

Dos veces ha querido timarme la camarera. Una diciéndome que no me entraba el almuerzo porque la hora ya había pasado, cuando el letrero lo tiene bien visible que acaba a las 12:00 y me he sentado 11:55. Recalca entonces la muy simpática: “tienes razón, te quedan 3 minutos”. Y luego para cobrar, que quería cobrar el café aparte cuando entraba en el precio del almuerzo. Pero oye,ni se sonroja ni pide disculpas ella. Puedo entender que lo estén pasando mal, pero no justifica la antipatía, poca amabilidad y malas intenciones de esta empleada. No volveré

Que poca empatía, estoy embarazada y no aguanto mucho sin ir al baño, y está mañana no podía ni andar, les he preguntado si podía ir al baño y me han dicho que era solo para clientes, y le digo ponme un café con leche, cuando salgo del baño, no lo había ni hecho y le pregunto qué cuánto costaba el café con leche, y al ponerle el euro y medio en el mostrador y decirle que no me lo hiciera, encima se ofenden. Que poca vergüenza.

Un local de barrio de la gente de siempre, el servicio es excelente y tiene una terraza en un parque donde disfrutar de una buena tarde. Pedimos unas copas después de comer y estaban todas servidas perfectamente y muy bien de precio. Imprescindible por la maravillosa terraza. Lo recomiendo.

El trato es deficiente, ya que no prestan ningún tipo de atención por el cliente. Fuimos a comer y pedimos una modificación de un bocadillo quitando un ingrediente, cuando nos lo trajeron, estaba lleno de ese ingrediente. El servicio lento pese a haber solo dos mesas.

Malisima atención, un camarero es argentino ha sido maleducado y mala calidad en ka comida.
Por supuesto no volveremos .

La amabilidad brilla por su ausencia. Con lo mal que lo está pasando la hostelería no entiendo esa actitud. Por suerte en la zona hay bastante variedad donde sin duda eres mejor recibido