Tapería Mel de Romer

Pedimos mejillones al vapor, sepia plancha, pulpo con alioli, pescadito frito y tataki de atún.
Todo muy rico, el camarero un crack.
Comida local, no lo típico turístico.

La atención como la comida excelente. destacar el pulpo, el tataki de atún, increíbles, muy sabrosos.
Boquerones, calamares y morro fueron muy buenas opciones también, todo estaba buenísimo, 100% recomendable 👌

Bueno he de decir que la comida mala no es, peeero podría estar mejor. Las raciones son muy muy justas, ni un trocito de pan te ponen, que aunque no sea su obligación, viene muy bien para empujar. Los fritos son bastante grasientos, no los escurren demasiado y eso se nota.

En peñíscola hay mejores lugares donde comer, el local está bien pero tienen que ponerse la pilas. Lo bueno es que venden algo distinto a los demás restaurantes, puedes encontrar más que marisco o pizza que parece lo único que ofrecen en Peñíscola. El lugar es céntrico aunque sin vistas a la playa, y la decoración sin más, es decente. La calidad precio comida no parece adecuada, o suben la calidad o bajan el precio. Me pedí el tataki de atún y no se yo que pensar, mis amigos con sus hamburguesas de angus y ternera con queso de cabra estaban más contentos aunque también críticaron la calidad. Las bravas sí estaban muy buenas. Pueden mejorar.

Muy buenas impresiones. Cenamos ayer y todo estaba genial. El restaurante es bonito, recién reformado y a pesar de que estaba muy lleno, el camarero ( sin parar ) nos atendió rápidamente. La comida bastante buena. Especialmente el pulpo, aunque el resto bastante correcto.
Muy recomendable

Un excelente sitio para comer y descansar un rato dal calor de la playa.
Pescado fresco y productos de calidad.
Seguro voy a volver.

Tapería muy buena, calidad excepcional y precio muy adecuado a la comida y el servicio. Muy recomendado para cenas en familia y parejas. Raciones de excelente calidad. La pata de pulpo es exquisita. Volveremos cada vez que vengamos a Peñiscola. Es Mel de Romer.

Había estado en el local que tenían en local del casco antiguo, está nueva ubicación en el pueblo nueva es más cómoda para acceder y tiene la imagen más fresca.
Respecto a la comida, muy bien y de calidad. Íbamos con nuestra hija de 4 años, que comió una hamburguesa 🍔 con patatas, es importante decir que las patatas no eran congeladas. Para los dos adultos pedimos calamar a la plancha, pulpo a la gallega y patatas bravas, el dueño, que nos tomó la comanda nos sugirió, que no pidiéramos más, son raciones grandes. Tenía razón.
El pulpo a la gallega estaba perfecto de textura y la patata cocida en su punto. El calamar a la plancha muy rico, sin ningún tipo de aditivos porque era fresco. Las patatas bravas ricas.
También pedimos un flan 🍮 casero, que estaba estupendo.
Repetiremos seguro.