Bar Corcolilla

La actitud y poca empatía de la dueña deja mucho que desear. Se podría pensar que tiene un mal día,pero viendo otras reseñas te das cuenta de que es así. Una decepción.

Se almuerza muy bien, bocadillo recién hecho, y productos de calidad.
La camarera muy atenta y simpática, ella hace que se te olvide un poco el trato por parte de la dueña, que deja mucho que desear.
Ofrece poco servicio, no hace comidas, cenas ni desayunos.
Sólo abre por la mañana.
Y cuándo no tiene ganas de atender a algún cliente responde que no le queda pan.

Es la primera visita que hacemos. Hemos almorzado.
A destacar para mi gusto: he pedido vino y gaseosa y me han traído una jarra de litro y medio y una gaseosa, excepcional, me pongo el que me apetece.
El pan estaba bueno, no se si será del horno del pueblo (que, sorprendentemente, abre a las 14h).
La tortilla, muy buena, me gusta que por el centro no esté cuajada y hecha en el momento.
No ofrecen ningún bocadillo elaborado, tortillas, atún, jamón, ....un poco básico.
He echado de menos un Cremaet.
Vistas espectaculares.
Cacaos, olivas. 5€ por persona.
Volveremos.

Pues luego he acudido un par de veces. Mientras están las chicas jóvenes, en periodo estival, el trato todavía es amable, pero, amigo!!, la última visita que he hecho (porque ya no vuelvo más), la "señora" que había detrás de la barra empezó a gritarnos: que cerráramos la puerta (cuando aún estábamos entrando los que pretendíamos almorzar). A continuación nos espetó que estaba lleno y que tardarían media hora o tres cuartos en atendernos. Al mismo tiempo otra "señora" que había atendiendo las mesas, nos decía que estaba lleno y acto seguido se encaraba con una mesa que había 8 comensales y les gritaba "que qué pasaba hoy con los cafés, que ya iba, que no tuvieran tanta prisa" (con una mala leche nada lógica para alguien que trabaja de cara al público).

En fin, no me acostumbro a que me traten con ese desprecio en ningún sitio y como, de momento, con mi dinero voy donde yo quiero, no volveré por el Bar de Corcolilla mientras esté regentado por estas señoras. Y NO os recomiendo que vayáis.

Hay lugares donde sabes que volverás y este es uno de ellos.
Ambiente casero y buena comida.

En general bien pero la camarera podría haber sido un poco más simpática. El bocadillo estaba bueno pero nada del otro mundo

El plato bien, pero la actitud de la camarera (del cabello corto detrás) es nefasto, desagradable,muy mal educada, nada de empatía, no vuelvo ni que sea el último sitio de la zona.

Buenísimos almuerzos. La tortilla de patatas te la hacen al momento

Vamos para bajo !!