Bar Gallo

Paramos en moto casi a las 4 de la tarde con hambre y un calor de locos. Nos atendieron genial haciéndonos unos bocadillos y bebidas bien frias. Gracias

Trato realmente exquisito, pequeño, acogedor, pero si le avisas con tiempo te maravillará con la comida y el cariño que desprende... Digno de hacer un alto para saludar a Juan.

Paramos allí guiados por la ruta 99 , empezamos pidiendo unos bocadillos para llevar, el del bar sólo nos ofrece bocadillo de francesa, le preguntamos si podría ser de patatas y nos contesta que no que tarda mucho, o si le puede añadir una longaniza a la francesa y tampoco porque están congeladas( en pleno puente de Pascua, no se cuando las piensa descongelar) , y además de muy malas maneras. Como no nos quedamos con su bocadillo de francesa no le dio la gana sellarnos la credencial, con la niña delante diciendo que po qué no nos ponían el sellito.

Unos sinvergüenzas, desgana seria tener alguna. Ninguna gana de trabajar y 0 vocación de servicio. Incapaz de preparar un bocadillo a la niña y chulería barriobajera nada típica de la zona. Se suman a la ruta 99 para dinamizar el pueblo y si no pasas por su aro no te ponen el sello, gentuza.

Hemos almorzado hoy. Una codorniz en conserva, vino y casera, una cerveza (1/5) y un carajillo. 9,30 euros. Por supuesto, no volveremos.

Sitio agradable y familiar, solo toma un vermut pero se de buena tinta que se come de maravilla.

Almuerzo inmejorable, y pongo 5 estrellas porque no puedo poner más.
Tortilla rellena de orza, embutido y buen vino.
Cremaet muy bueno.
Y he hecho recorrido por los mejores bares del interior de Castellón.

La ruta 99 nos ha traído hasta este lugar y ha sido todo un descubrimiento, como también lo ha sido, lo que hemos podido degustar aquí. Juan y su mujer nos han propuesto comer uno de los platos típicos de la zona, una curiosa tortilla de fritos (lomo, costilla y longaniza, todo ello de orza casera) De postre nos han sorprendido con una gelatina de horchata (muy original e ideal para este tiempo tan caluroso) y para terminar, un cremaet de Baileys, una fusión de carajillo y cremaet que te sorprenderá. Todo delicioso.
Queremos destacar la atención, simpatía y profesionalidad de los propietarios.
Recomendable 100%....tendremos que repetir.