Albergue Gandara

Un albergue - museo en el centro de Santillana. Museo porque en su entrada, pasillos y zonas comunes dispone de una cantidad increíble de elementos de decoración, arte y muebles antiguos alucinante. La atención y simpatía del señor de recepción, fantástica. Pasamos unos días muy buenos.

Si te gustan las antigüedades y las casas con encanto, este es tu sitio. Un buen lugar para dar rienda suelta a tu imaginación. De los albergues más anecdóticos del Camino del Norte. Risas con Jorge bromeando acerca de, ¿Qué es el terror? Me sentaría allí a escribir miles de historias en la penumbra de sus pasillos. Lugar para la retrospección.

Un recebimiento espectacular, necesitabamos una hora de hospedaje para ducharnos y solo nos ha costado 40€, un xollo. Encima el lugar es impresionante, te recuerda a la infancia cuando ibas a un pasaje del terror medieval. Pero lo mejor de todo a sido la increible hospitalidad de antonio josé. Mil gracias y hasta la proxima.

Céntrico en Santillana, Jorge el recepcionista es muy majo. De precio muy bien para grupos, nosotros íbamos 4 y la habitación para nosotros por el precio en otros sitios de habitaciones compartidas.

El edifico es muy antiguo, con lo bueno y lo malo. Si tienes el sueño ligero, quizás unos tapones por si hay clientes en el piso de arriba.

Muy recomendable!!

Un alojamiento increíble, un palacete medieval que conserva muy bien mobiliario antiguo y recuerdos del pasado. El propietario maravilloso!! Recomiendo la estancia.

Estoy encantada con el alojamiento, parece un museo. Es una casa señorial muy bien conservada. Desde luego vamos a repetir.

Impresionante absolutamente todo desde ubicación, atención d Jorge muy servicial, amable y atento.
El edificio en si encantador con muchisimas antigüedades, muy amplio y gran variedad decoración antigüedades d todo tipo hasta pianos.
Las habitaciones tienen también muchísimo encanto con vigas D madera un pequeño balcón que da a una calle muy tranquila y vistas maravillosa s.
Calidad precio muy muy bueno

Ubicación y precio bien, pero el olor nada más llegar tira un poco para atrás. Además como haya gente en el piso de arriba, con los suelos de madera, te enteras de cada vez que van al baño.. El señor de recepción es majete y atento.