Hostal La Mesnadita

Un lugar precioso venido a menos, probablemente por falta de trabajadores. El sitio está en el centro de Olmedo y el silencio se valora y mucho. Es un sitio muy grande que necesita mucho mantenimiento y se ve que ahora no les da tiempo.
La habitación amplia y cómoda pero el colchón muy usado y se notaba que necesitaba un cambio.
El jardín está muy bien y lo mejor es que te dejan entrar con el perro, y te cobran suplemento que no me parece mal pero si por el precio de la habitación 89€ sin el suplemento que eran 6€ por día. El personal amable.
Dan desayunos pero para nada merecen la pena.

El dueño es muy maleducado y muy poco profesional, incluso con conductas racistas hacia algunos compañeros de viaje. Bajamos a cenar y al fondo del comedor había unos chavales fumando porros en un rincón un colchón con una manta como si alguien viviese ahí, dando muy mala imagen y el hombre no hacía nada al respecto. En cuanto al lugar, seguro que ha vivido tiempos mejores pero ahora está que se cae, necesita un lavado de cara urgente y que se preocupen más por la limpieza, si no quieren dejar de tener clientes. Ahora mismo y así como está, no recomiendo hospedarse en este lugar.

El alojamiento fue el agradable en general, el sitio espectacular: era la casa de un marqués e incluso tiene una capilla dentro del mismo hostal que data del siglo xvi, la verdad que increíble, las fotos no hacen favor al lugar, es mucho mejor en persona y hay muchas cosas de las que no hay fotografías publicadas.
Lo único negativo fue que al llegar nos encontramos con que la piscina no estaba disponible cuando nos habíamos decantado por ese sitio por la piscina, pero el dueño pronto nos puso una solución, así que quedamos satisfechos.

Positiva: Al menos el chico que esta encargado de la posada muy atento y simpático.. Negativa: Las instalaciones a pesar de ser una posada antigua dejan mucho que desear, calefacción inexistente, hacia bastante frio. Ruido, y el desayuno pesimo..

Es una pena que un lugar con tanto potencial como este desmerezca por pequeños detalles.
Empecemos por lo bueno, buena ubicación, con aparcamiento, la atención por parte del personal es de diez, la habitación que te dan es romántica, tiene hasta chimenea dentro, para el invierno tiene que ser una maravilla estar en la habitación con el fuego encendido.

Pero lo que no entiendo son pequeños detalles que afean el conjunto. Primero la limpieza, a simple vista parece limpia la habitación pero cuando abres el armario ves más telas de araña que en Spider-man, otra cosa que me llama la atención es que la puerta de la habitación tiene un cristal, no ves el exterior pero entra TODA la claridad por la mañana, y no hay forma de taparla.

Otro detalle que me pareció feo es que cortan el agua caliente por la noche, vamos a ver, si yo me quiero dar una ducha o un baño relajante después de patear todo el día tendría que poder hacerlo.

En fin, no es mal lugar para pasar una noche si estás por la zona y quieres conocerla pero si se esmeraran en pequeños detalles la nota subiría bastante más.

Un lugar totalmente encantador. Estilo típico castellano, con un jardín que te hace sentir que estás en un bosque al salir del bungalow en el que duermes. Una cama súper cómoda en un bungalow con todo lo necesario que mantiene el encanto del lugar. 100% recomendable, volveré allí sin dudarlo.

Precioso y tranquilo lugar. Cabañas en el bosque y piscina. Tambien habitaciones grandes en el palacete del s. XVI. Al no tener de momento restaurante puedes llevarte la comida y comer en arboleda junto a la piscina. Trato muy amable.

Una lástima que un precioso edificio del siglo XVI se tenga en semejante estado de abandono. No han debido gastar un euro en mantenimiento desde hace varias décadas. Y en limpieza por el estilo. Luego tampoco es muy agradable que te cobren antes de entrar en la habitación y que te digan que hay un riesgo alto de que te marches sin pagar.