Albergue Lamas

Apenas tomé un café y una tosta...
Pero la sensación fue positiva.
En el Camino, en la variante de montaña, después de la exigente y hermosa ascensión es una muy buena opción para coger fuerzas para la más dura bajada.
La atención es buena, atenta y dispuesta a hacer y modificar las propuestas para satisfacer a los clientes.
El ambiente es idílico bucólico, aislado en lo alto, rodeado de hermosos huertos...

Después del ascenso preparatorio para la subida de mañana, quería reponer líquidos y descansar unos minutos.
Un trato maravilloso y precios sin sorpresas.
Un acierto elegir el camino de la montaña en lugar de por la carretera. Merece la pena el esfuerzo.

Tras la dura subida desde Villafranca estaba deseando sentarme y poder descansar. No pude elegir mejor sitio, la dueña un encanto de persona, me preparó un delicioso batido de frutas y un bocadillo vegetal brutal, todo con verduras de su huerta. ¡Estaba buenísimo!

Sitio estupendo. Ideal para escapar de las paradas que establecen las guías. La subida desde Villafranca asusta un poco por la pendiente pero de verdad que merece la pena llegar al destino, además evitas muchos kilómetros de carretera por el peor tramo de la zona. Los hospitaleros son encantadores y la comida casera es sensacional. Si quieres salirte un poco de la habitual y además adelantar kilómetros para llegar con más energía a O Cebreiro es lo ideal

Ana y Miguel son de esa gente que te hace disfrutar del Camino de Santiago. Tras un agradable paseo saliendo de Villafranca del Bierzo, con unas vistas espectaculares, me acogieron muy bien en su albergue. Hacía bastante frío, y encendieron un rato la estufa para calentar la habitación. La comida es estupenda, casi todo lo cogen de su huerto ecológico y Ana cocina de maravilla, y me dieron a probar del licor y la crema de castañas que hacen. Disfruté mucho de la cena y de la conversación con Ana y Miguel, sin duda unos anfitriones de 10. Por la mañana desayuné con ellos y me indicaron por dónde continuar el camino. Sin duda, un lugar que vale la pena conocer

Una parada en Pradela en el camino de Santiago por la variante de montaña. Muy buena atención y se ve todo muy nuevo. Es una bendición encontrar estos sitios en el camino

El mejor albergue donde he dormido en todo el camino: hospitalidad, comida casera deliciosa(hecha de productos de su huerta), precios muy económicos y, sobre todo, destacar la compañia de Miguel y Ana, los hospitaleros. Mil gracias por todo!!

Un lugar precioso, los dueños Miguel y Ana son unas personas muy amables que te harán sentir como en casa, la comida es deliciosa la mayoría casera. Es un lugar precioso para descansar igual que el camino duro por el cual ahi que ir si quieres pasar por este albergue 🥰.