Albergue Camino Real

Del albergue no puedo decir nada. Paré a reponer fuerzas en el Camino. Tenía muchas cosas apetecible (pizza, lasaña) pero yo me pedí un pincho de tortilla. Gran error, el peor pincho de tortilla que he probado nunca. Bueno, realmente eso era otra cosa. Parecía hecho al horno, por lo que la base era una costra y la tortilla y las patatas no quedan integrados. Muy seca en general. Una pena.

Paramos a almorzar a mitad de etapa desde Carrion. La atención fue buena, pero la calidad de la comida que ofrecen es bastante mejorable, además de poco variada: tortilla, empanada, bocadillos y dulces industriales. Los precios un poco caros en función de lo comentado. Aseos en estado de uso correcto.

Paré aquí tras haber superado los 17 km de interminable recta desde Carrión y me vino genial sentarme a la sombra en su amplia terraza. Pedí una fanta de naranja con un bocata de salchichón y estaba exquisito y era de una muy buena calidad. Pasé dentro al baño y también me lo encontré súper limpio. El personal que me atendió fue súper agradable. No le pongo todas las estrellas, porque los precios de las bebidas que los vi en el tablón me parecieron un pelín caros.

El albergue es impecable lo llevan italianos muy amables.
Limpieza orden una piscinita.
Le pongo 3 estrellas por que es uno más de los negocios privados que están proliferando en el Camino, yo la peregrinación la hago con sencillez, austeridad, simpleza, no me apunto a hacer del Camino una ruta turística consumista.
Yo dormí en el albergue municipal.

Me puse enfermo por haber comido en mal estado un pescado, no me dejaron descansar un rato más por la mañana ,no es de humanos hacer eso ,no vuelvo más

Llegamos haciendo el Camino en temporada baja, éramos pocos peregrinos. El recibimiento de la pareja de hospitaleros fue frío incluso sin interés, estaban a lo suyo.
Las literas cómodas, pero en un dormitorio frio con una estufa de pellets en un rincón que apenas daba calor pero si mucho ruido que no dejaba dormir.
Los baños incómodos, sin jabón de manos y utilizado como almacén de productos de limpieza, poco ordenado.
El más simpático el perro.

Agradecer que estaba abierto en esta época del año.

Albergue de peregrinos en la entrada a la localidad, el camino pasa al lado. Buena atención

Muy bien todo limpio y correcto. Con buenas mantas nordicos