Lar do Peregrino | Palas de Rei

Esta bien situado, calidad precio bien, he leído comentarios de que hacía calor y la verdad me sorprende por que tenía grandes ventanales y entraba un aire fresco que por la noche tenías que cubrirte.
Si tengo que buscar una pega es qye la cisterna o ducha del piso superior no funcionaba bien o los huéspedes no apagaron bien las llaves y toda la noche estuvo sonando el agua.
Pero es un sitio bueno para ir en pareja si se hace el Camino

En la habitación hacia frío y fui a decir que nos pusiesen la calefacción y de primeras la chica me dijo que si, y después le mandé un WhatsApp diciéndole que qué pasaba con la calefacción y me dijo que es automática y que si hay más de 19 grados no se dispara. Nosotras reservamos el Booking porque se supone que teníamos calefacción y aire acondicionado, no para que nos pongan la calefacción cuando la persona propietaria quiera. Para colmo, el secador que había estaba derretido y no salía el aire bien.

Gracias a estos señores, podíamos cenar 8 personas, pues no habiamos entretenido en sellar la credencial en un sitio donde el sello era de llave y habia una cola grande, por lo que se nos paso la hora de la cena con las cocinas cerrada. Y como decia, en este local tuvieron la amabilidad de ponernos en la terraza de la fachada tres mesas y cenamos muy bien. Vuelvo a dar las gracias.

Tiene un lavadero muy útil para los que llevamos varias etapas del camino de Santiago. Un patio soleado donde se ar la ropa y descansar un rato.
Me he sentido como en casa.

La relación calidad precio fantástica. Habitaciones limpias y con baño. Muy céntrico. Por poner alguna pega, no tienen ascensor, pero las habitaciones de la planta baja son adaptadas y muy amplias

El personal y la atención al cliente son nefastas. Además son unos piratas. Reservamos por medio de booking y al llegar al alojamiento nos dijo que podíamos pagar en efectivo y así lo hicimos (ir hasta el final para entender el porqué). Luego tuvimos problemas con la cisterna, perdía agua y hacia un ruido terrible que no nos dejaba descansar. Desafortunadamente las 4 de la tarde el personal se va en el alojamiento y ya se puede prender fuego el edificio que por allí no aparece nadie, nos costó mucho contactar con ellos para solucionar la situación. Además lo hicieron con desgana y antipatía. Lo único que quieres cuando haces el camino es poder descansar y un poco de amabilidad, cosa que no vas a tener irónicamente a pesar de llamarse "Lar do peregrino". También vi como tenía problema con otra chica. Aunque lo peor de todo es que la muy pirata canceló mi reserva en booking como si nunca me hubiera alojado allí, supongo que con el objetivo de que no pueda comentar la estancia en booking y ya que está para ahorrarse la comisión que le tiene que pagar a booking. Claro, cuando pagué en efectivo muy convenientemente no me entrego ningún comprobante de pago, en ese momento ni lo pensé. Nada recomendable.

Habitación y baño perfectos, las campañas como dicen dejan de sonar a las 22h.
Sin embargo, algunas cosas no muy adaptadas para peregrinos: llegando a las 15:30h nos dicen que no podemos poner lavadora porque ya son casi las 16h (esto fue al finalizar checkin, a las 15:45h) y con previsión de lluvia.
La terraza se cierra a las 20h y no se abre hasta las 9:30h de la mañana, por tanto poca opción para lavar y secar la ropa, y si llueve te arriesgas a no poder recogerla ya que la terraza no se abre si hace mal tiempo.

Te dan opción de acercarte al centro del pueblo - cerca - a la lavandería, pero precisamente uno de los motivos de poder coger este alojamiento era contar con lavandería dentro para organizar los lavados de ropa entre etapas.
En cualquier establecimiento anterior el horario de lavandería se extendía hasta las 20/21h, algo más normal teniendo en cuenta que varios huéspedes querrán ponerlas y lleva su tiempo, no llegando nadie normalmente antes de las 13h… y según la etapa que hagas.

Simplemente Genial...
Buena calidad buena habitación a un precio muy razonable. Buen hotel para descansar y relajarse después del camino