Albergue Fuente Saleta

13€ por peregrino. Se encuentra junto al camino por lo que no tienes que desviarte. Por fuera no parece gran cosa, ya que también es un bar, pero cuenta con varias plazas de albergue. Los hospitales son super majos y te hacen la vida facilísima en el albergue. Es como ir a la casa de tus abuelos. Los baños están realmente bien y son numerosos. Hay un espacio para lavar y tender. Las habitaciones no son nada del otro mundo pero duermes con 6 personas máximo. La única pega es la cantidad de mosquitos que hay, os lo comentarán al llegar. Recomendable.

Hemos parado para comer durante la etapa del Camino y tanto la comida como la atención han sido inmejorables. Los dueños de lo mejor que se puede encontrar, trato muy personal, se vuelcan contigo y te ayudan en todo. Y la comida casera que tienen, de rechupete!

Excelente. Las habitaciones son casi privadas, en mi caso solo 2 camas por solo 13 euros, incluía sábanas y toallas, las camas muy cómodas y el lugar silencioso. Las duchas y baños excelentes. Lo mejor de todo fue el personal, la mujer que nos cocinó y nos atendió fue muy amable y simpática. Muy contenta con mi experiencia.

No nos hemos alojado, hemos pasado solo a desayunar y ha sido con diferencia el mejor desayuno, estaba buenísimo y el servicio del señor que lleva el albergue excelente, muy buena persona.

Recomiendo mucho mucho el bizcocho, lo hace la mujer del panadero del pueblo y es una auténtica delicia.

El mejor alojamiento de todo el Camino de Santiago, con diferencia. Las instalaciones para descansar, aseo personal, lavado y secado de ropa, etc, son excelentes, amplias. En el precio se incluye juego de mantas y sábanas. Si a todo eso le añadimos la amabilidad y cariño de Olga, su propietaria, la exquisita comida casera que elaboran y que el albergue se encuentra a pie de camino en un pequeño pueblo, el resultado es de 10.

Sitio excelente. Los dueños son encantadores, unas personas dedicadas que merece la pena conocer. El alojamiento muy bueno y la comida perfecta y abundante. Repetiremos seguro.

Como en casa!! Éramos 5 peregrinos y estuvimos súper a gusto con el trato recibido por parte de Olga y Fernando. Muy cercanos y una cena y desayuno increíble. Recomendadísimo

Q decir de Fernando y Olga los cuales regentan este albergue. Fue como estar con la familia.
Llegar agotadas de la etapa y q t preparen un bidón con agua fría para el descanso de nuestros pies , su amabilidad, cariño, bondad,la comida q nos ofrecieron. En definitiva TODO. SIN DUDA ha sido el albergue q más agusto me h sentido.
Os recomiendo a tod@s hacer una parada en Boente para conocer a estas personas tan maravillosas
Silvia y clara