Albergue Rural Astrar

Excelente albergue en relación calidad precio. Muy tranquilo, un entorno precioso, pocos metros del Camino Francés de Santiago. Una atención y amabilidad 5 estrellas. Con cocina bien equipada, lavadora, secadora. Un jardín precioso y muy acogedor. Recomiendo ⭐⭐⭐⭐⭐.

Manolo y su mujer son estupendos. Siempre pendientes de ti. Habitaciones muy cómodas y súper limpias.
Merece la pena apartarse un poco más y disfrutar de este descanso que proporciona el albergue.
De 5 🌟

Albergue súper acogedor, amplio y limpio. Cuenta con taquillas. Está ubicado a 700m del camino en una zona muy tranquila. Los dueños, Antonia y Manuel son súper amables y serviciales. Al paso del camino, justo antes de desviarte para el albergue, hay un restaurante con todo riquísimo, y si es necesario, Manuel te hace el favor de traerte la comida hasta el albergue (preguntadle antes).

El sitio es inmejorable, muy limpio, cómodo y tranquilo. Lo mejor de todo el dueño, Manolo, que se desvive por hacer cómoda la estancia de los visitantes. Al cual le agradezco nuevamente el trato recibido.

Aunque está algo alejado del pueblo merece la pena desconectar en este lugar, trato acogedor, el propietario Manuel es muy cercano, el mismo se ofrece para llevarte a algún sitio para comer o cenar ya que no hay restauración cerca

Sentirte como en casa, nos alojamos aqui haciendo el camino de Santiago y me atreveria a decir que fue la mejor estancia. El señor Manolo se pone a disposición para todo, amabilidad de 10, cercanía, se ofrece a llevarte al super, va el a buscar la comida/cena. Habitaciones y baños limpi@s. Mejor, imposible. GRACIAS MANOLO!

Manuel y Victoria pueden estar orgullosos de su negocio, son dos personas maravillosas que desde el primer momento te acogen y te hacen sentir como en casa.
Los baños están perfectamente limpios, el jardín es muy acogedor y la piscinita para los pies es un lujo.
Y aunque no sirven comida, el dueño se ofrece a acercarte o a traerte la comida.
Recomendable 100%!!!

Lugar excelente,maravilloso descanso, duchas reparadoras..y sobre todo la amabilidad de Manuel, que nos proporcionó una exquisita cena del lugar...