La Posada de Roncesvalles

Excelente comida y servicio. Llegamos sin reserva y no tardamos en entrar a comer 5 personas. Comimos menú de verano por 18,50€. Tenían muchas opciones para elegir, aunque cuando llegamos ya se les había terminado alguna. Todo lo que elegimos estaba muy bueno, pero en especial las alubias de navarra; la ensalada con manzana, frutos secos y queso de cabra; y el solomillo con queso del roncal que estaba espectacular.

Respecto al restaurante, es un local de estilo clásico, bien conservado y cómodo. Tienen en verano un menú del día por 18.5 euros bastante apañado, y que incluye un buen número de platos regionales, entre ellos pochas, cordero al chilindrón, ajoarriero, diferentes cortes de ternera, etc, todos bien elaborados y servidos en raciones generosas. El servicio es rápido y, a pesar de que es un sitio bastante concurrido, son amables y atentos. Para repetir, espero.

Cenamos un grupo mientras hacíamos el Camino de Santiago.
Muy buena cocina, el codillo de cerdo exquisito, el pato delicioso, el bacalao un buen trozo con salsa de pimientos y los postres buenas raciones, caseros y estupendos la tarta de queso riquísima.
15€ el menú de cena, la camarera que nos atendió muy correcta y todos atendidos a la vez.

Son unas currantas. Especialmente la chica rubia que no se si será la dueña pero trabaja como si lo fuese, es una máquina atendiendo las mesas y haciendo las habitaciones. El baño recién reformado, el colchón habría que cambiarlo porque eso pide tierra ya jajaja. Pero lo demás todo muy bien, el restaurante es genial se come rico y en cantidad. Los desayunos muy completos. Como sugerencia seria genial si hubiera algún guiso de segundo exclusivamente vegetariano.
Añadido que la zona es ESPECTACULAR, es un paraiso.

Se come bien, aunque si venis del otro albergue te obligan a comer en una mesa compartida. Es una buena cachetada para que socialices con otras personas que esten peregrinando a santiago

Esta reseña se refiere sólo al servicio de restauración, no estábamos hospedados allí pero comimos el domingo al mediodía.
Parar y comer en la terraza de la Posada de Roncesvalles cuando uno está Haciendo el Camino o simplemente viajando por Navarra no tiene precio.
Una terraza única en uno de los mejores rincones de Europa.
El servicio de los camareros, todos muy amables, rápido y eficaz.
Las raciones generosas, a destacar los pintxos de Chistorra, de los mejores que he comido, buen precio y todo muy bien cocinado.
Es muy fácil aparcar cerca pues hay un parking gratuito justo detrás.
En resumen, gran calidad y cantidad en sus platos y pintxos, muy buen servicio y una terraza inmejorable en la que te puedes encontrar gente de todo el mundo. No se debe viajar por Navarra sin tomar unos pintxos con un cañón de cerveza en la posada de Roncesvalles, una de las mejores experiencias de mi viaje por Navarra.

En esta posada dormí el año pasado tras realizar la que es considerada como la etapa más dura del Camino. Nos encantó la decoración que hay en los pasillos, y la habitación aunque era un poco más sobria, estaba limpia y cómoda. También tienen restaurante donde cenamos un menu del peregrino, de primero alubias a la navarresa y de segundo un entrecot de ternera a la plancha que me supo a gloria.

El servicio del joven... la verdad es que fue muy nefasto. Si almenos fuera conmigo no habría problema, pero a sido con todos los clientes. Me dedico al mundo de la hostelería y la verdad es que no entiendo como un perfil como la de el puede estar de cara al público. 🤷