Finca Vegana, riverside holiday homes, surrounded by nature, with pool & vegan food

James & Nina son encantadores ,grandes anfitriones que sin duda harán de tu estancia una ocasión inolvidable. El entorno es fantástico para relajarse,desconectar,disfrutar con niños o con tus mascotas. No puedo creer que ellos preparen esos platos tan deliciosos! ❤️ Los pediría una y otra vez. Las camas,almohadas son cómodas y la cocina y baño totalmente equipada. Esperamos poder verles de nuevo muy pronto.

Es un paraíso vegano en un entorno natural y precioso.
Hemos podido descansar junto a familia, amigos y por supuesto nuestros dos perros.
Hemos disfrutado todos muchísimo, del río, la piscina, la comida...
Y Nina, maravillosa, con su eterna sonrisa y su simpatía infinita. Volveremos en cuanto podamos.

Un sitio maravilloso. Es un paraíso. Nosotros fuimos en noviembre y fue de las mejores experiencias. Si quieres conectar con la naturaleza, descansar, desconectar este es mejor sitio donde puedes ir. Un lugar soñado y hecho realidad.

¡Que maravilla de lugar! Hacía tiempo que no me sentía tan feliz y en paz en un sitio. Amplia finca con casas rurales pero todo muy bien cuidado. El personal que lo lleva es increíblemente amable, cercano y atento y se esfuerza en ofrecerte el mejor trato y ponerle mucho cariño en todo lo que hace, incluyendo por supuesto las comidas. Desayunos y cena riquísimos, completos y nutritivos, para que luego se diga que una dieta vegana no puede ser todo eso. La zona de la piscina es una delicia para descansar y el pequeño camino entre palmares al lado del río lo mejor para recorrerlo al atardecer. Enamorada de este lugar y pensando en volver, la única pega ¡ha sido demasiado corto!

Esplendido, genial, espectacular, maravilloso, todos los adjetivos se quedan cortos para definir este inolvidable sitio para el relax, el descanso y la diversión. Nina y James son los mejores anfitriones posibles, con un trato cercano, atento y muy servicial. Cada cosa que le pedias a Nina, hacia lo imposible por facilitarlo. Las instalaciones son perfectas para lo que se busca, con un entorno perfecto para relajarse, meditar, y disfrutar. La zona del rio, las hamacas colgantes entre los arboles, la piscina, con todos sus detalles... no se puede pedir mas. Las habitaciones limpias, comodas y con buena temperatura. Y por último destacar la comida que ha sido un descubrimiento, una explosión de sabores, todo cocinado con mimo y amor. Inolvidable

Me alojé con mi mujer Ruth(nombre de la reserva)20-22 de agosto, para hacer la reserva hablamos en dos ocasiones por teléfono para ver las condiciones de la cabaña,me hablo que el desayuno y cena estaban incluidos en el precio de la cabaña, pero una vez en el lugar nos dijo que no, si queríamos desayuno eran 7euros x pers y cena 12 x pers, entendemos que fue un mal entendido por el idioma pero nos modifico nuestros planes.
Otro problema que tuvimos es que la cabaña Robinson está al lado de las zonas comunes donde la gente se reúnen hasta altas horas de la madrugada y no pudiendo dormir intentamos hablar con la propietaria pero no contestaba y nosotros tuvimos que llamar la atención a los otros huéspedes, al día siguiente la fiesta acabo 00h.
Otro dato a tener en cuenta hay horarios de agua caliente 4h al día sobre en invierno.
La cabaña estaba bien, la cocina bien equipada, pero le faltaban algunos detalles como gel de baño, champú,tendedero, una sabana para dormir solo estaba la bajera y la colcha.
El sitio es agradable la zona del río nos encanto, nuestro perro disfruto mucho, piscina muy bien, gente agradable, pero si busca tranquilidad o intimidad no es el sitio , es más para conocer gente.

Una maravilla de finca situada en un entorno privilegiado. Las casas son preciosas, muy acogedoras con cocina completamente equipada y muy limpia.
La atención del personal es inmejorable, súper simpáticos y agradables.
Desayunamos y cenamos allí todos los días y la comida no puede estar más rica, platos elaborados con productos de temporada de su propia huerta, con una inmejorable presentación y sabor.
La piscina es una zona súper tranquila con unas vistas preciosas, muy relajante. Hay muchas hamacas en el entorno y tumbarse es un verdadero placer para los sentidos.
A pocos metros, hay un río donde refrescarse con agua fresca es un verdadero placer y está rodeado de zarzas con exquisitas moras que comimos directamente del árbol.
El único inconveniente es que me parece que las comidas ofrecidas por ellos son un poco caras. El desayuno son 7€ y la cena 12€, ambos plato único.

El lugar es un oasis de tranquilidad y naturaleza, donde se puede disfrutar tanto de piscina como de río.
Sus propietarios son gente muy amable, atenta y simpática al igual que todos los que trabajan en el lugar.
La comida que puedes contratar con ellos (desayuno y cena) es de gran calidad y a muy buen precio.
Hemos estado 5 días y ya estamos deseando volver, un verdadero paraiso.