Hostería Peña Sagra

La estancia fue muy buena. La señora muy amable con nosotros. Habitación limpia y amplia con una terraza exterior, unas vistas hermosas a la montaña. Lugar perfecto para descansar, calidad -precio.
Os lo recomiendo sin duda.

Un lugar correcto para pasar una noche, no más. Está limpio y el trato es normal. Nos alojamos en una habitación (105) similar a un semisótano por la inclinación del terreno, con una ventana que da a un patio de paso por lo que no se puede tener abierta (te ve todo el que pasa). Por la noche es silenciosa a pesar de que el hotel está al pie de la carretera.
La opinión es de esta habitación, el resto lo desconozco.
El hotel no tiene un salón o terraza donde descansar que no sea la habitación, que solo dispone de las camas y una silla. No es un sitio cómodo para permanecer unos días.
Una de las colchas estaba sucia.

SITIO Y TRATO PÉSIMO
Hemos venido en numerosas ocasiones a Cantabria,vayamos al sitio que vayamos el trato,la comida y la estancia ha sid de 10. Pero este sitio me ha dejado sin palabras,malo no, lo siguiente. Trato Pésimo. La dueña del lugar seca, con cara de pocos amigos, y nada agradable.
Primera sorpresa,al ir a pagar el precio que nos habían dicho era sin IVA... Por lo que se nos incrementó la estancia y no nos habían avisado .
Llegamos a la habitación y la decoración bastante antigua, pero sólo cuenta con una lamparita en un lado de la cama,un único enchufe, con un ladrón (viejo,viejo...) Que hace mala conexión y saltan chispitas, la lamparita se encendía y apagaba, no da ninguna confianza...
La cama de matrimonio un poco más pequeña de lo normal, y el colchón muy blandito y la almohada muy dura...
Hacía muchísimo calor en la habitación y no encontrábamos el mando del aire...vamos a pedirlo a recepción y la mujer se hizo la sorprendida... ( Se me olvidó daroslo...)
A las 12 de la noche apagan la conexión y no funciona...
Abrimos la ventana e imposible dormir del ruido que viene de la calle... Esta a pie de carretera se oyen los coches, tienen el bar debajo justo y se oyen voces, sube humo del tabaco...
Nos levantamos por la mañana, bajamos a desayunar al bar que tienen abajo (mismos dueños), pedimos el desayuno y un par de vasitos de agua a la camarera (la cual nos perdona la vida), nos trae las tostadas y no nos alcanzaba con la mantequilla que nos había dado para las dos tostadas... Pedimos un par de tarrinas de mantequilla y mermelada... Nos mira y nos dice en un tono impertinente y maleducado..." Y algo más vais a pedir?"
Maleducada, impertinente y un trato nefasto por parte de la camarera,no volvimos ningún día más a desayunar allí.
al día siguiente a la hora de la siesta fuimos a ponerlo (hacía un calor horrible en la habitación)y nos dice que ella lo conecta más tarde, que en la web no pone que cuente con ese servicio y que no está obligada a ponerlo...le decimos que hace muchísimo calor y que si abrimos las ventanas entra el ruido del bar.. le da igual y dice que hasta las 16.30h no lo va a conectar. (muy empática ella).
Wifi...inexistente, la "amable" dueña nos dijo que son 10mb para todos los clientes y hostería...vamos que no hay wifi.
Nunca volveremos ni se lo recomendaré a nadie

El Bar de lo más recomendable de la zona, la comida muy buena y abundante y el trato de Estrella fantastico.

Te permiten estar con perros en una zona de la terraza que es bastante amplia.

Si estás por Potes te recomendamos este bar tanto para tomar unas birras,como para co.er, sin las aglomeraciones habituales del pueblo.

Nos trajeron una botella de agua rellenada, la comida frita en un aceite sucio y con mil sabores (y eran platos sencillos: huevos con patatas y ración de calamares), la ración de alcachofas de bote. Camarero desganado y sin profesionalidad. Mala experiencia.

Nos alojamos para ver Potes y al día siguiente los Picos de Europa y descansar 2 noches y bueno sitio limpio y bonito no muy barato la habitación pequeña y una calor un poco insoportable nada de aire una ventana arriba como las buhardillas que no hacia apenas nada y si corrias la cortina un poco la ventana de una casa enfrente.

10 de la mañana. El bar está vacío y la cocinera tomando el aire en la calle como es normal si no hay trabajo. Se le pregunta si puede hacer UNA tostada y resopla y pone mala cara. Así se le quitan a uno las ganas de desayunar aquí.

Estancia de 3 noches con una excursión de fin de curso. Gracias a todo el personal por la atención prestada y la paciencia.El sitio es precioso,decorado con gusto. La atención de todo el personal fue exquisita. La comida excelente.