La Posada de Pradorey

El lugar es excepcional por su ubicación, belleza y la tranquilidad que ofrece. El personal está siempre dispuesto a hacer de la estancia cómoda. Son maravillosas. El desayuno muy completo y las habitaciones son tranquilas, completas y algunas tienen una decoración única. Somos un grupo de amigos que vamos todos los años porque es difícil encontrar un lugar tan entrañable en todos los sentidos.

Perfecto, las instalaciones, la visita a la bodega, los vinos, las personas que componen los pilares de este proyecto, en definitiva, todo.
Nosotros aprovechamos e incluso tuvimos el placer de pasar una noche en su palacete La Posada... una magnífica experiencia, donde la tranquilidad y el buen hacer desde que entras hasta que sales, hacen del fin de semana una reconexión con la tranquilidad, el buen vino y las buenas viandas.
Volveremos.
Raquel y Rafa

La atención del personal excelente.
La limpieza de las habitaciones y de los jardines brillante.
El servicio de comidas y cena rápido y de alta calidad.
Me deje unas cosas de mis hijos en el palacio y me escribieron un WhatsApp para decírmelo y enviármelo.
Ademas, hicimos una cata de vinos en las bodegas del Pradorey donde se palpa el cariño y la dedicación con la que tratan sus vinos.
Repetiré sin duda. Es un lugar mágico que despierta paz y tranquilidad.

Ayer estuvimos comiendo tras haber comprado un pack de visita a la Bodega Prado Rey que incluía una comida Castellana para 5 en este lugar. El lugar es muy tranquilo y bonito, pero la comida mala y escasa. Contratamos un menú castellano que consistía en un aperitivo, sopa castellana y chuletillas de lechazo a la brasa. El aperitivo de morcilla de burgos con pimientos estuvo bien, luego un primero que era un sopa castellana que estaba aguadilla, y luego nos pusieron unas chuletillas de lechazo con cuatro patatas fritas y una ensalada, lo típico, solo que las chuletillas ni hechas a la brasa, ni a la plancha, estaban como si las hubieran recalentado o frito en una freidora, completamente pasadas y prácticamente incomestibles. No protesté en el momento y no me explico por qué, quizás por no dar el espectáculo delante de unas familiares a los que había invitado. Un desastre de comida . Se salvaba el vino y el servicio. No lo recomendaré a nadie. El lugar muy bien pero no está de acorde con la calidad de la comida. Soy de tierra de lechazo y en mi vida he comido unas chuletillas peores. Además un menú cerrado que el día anterior me quisieron cambiar, en concreto las chuletillas por carrilleras, por que´???? es que no había chuletillas????
Nada que ver con la visita a la Bodega que fue de 10

Fecha de la estadía: 12 de Octubre de 2022

Compramos.pack visita bodega y alojamiento en hotel "boutique", tal cual se vende. La realidad es que La Posada es preciosa de puertas afuera pero en el interior más allá de su historia es en exceso austwra, carente de ningún detalle o estilo decorativo que te haga sentir en un hotel boutique. Se nota que no esta gestionado por procesionales de la hostelería capaces de sacarle rendimiento y poner en valor sus posibilidades.
La entrada es preciosa pero lamentablemente parece que solo se reserva para los propietarios, teniendo los huéspedes que entrar por un lateral y un angosto pasillo a modo de acceso para el servicio. No hay correspondencia entre lo que se vende y lo quese ofrece.
Desayuno bien sin más.
En positivo, el servicio y la responsable de La Posada Charo Martínez, hacen lo indecible por dar el mejor trato y servicio con todo su entusiasmo y amor por su trabajo y se agradece. Lastima que lo demas no acompañe.

Muy bonito y acogedor. Nos falto como experiencia el tener un obsequio en la habitación ya que no hay tv en la habitación.

Para poder matar el rato. Tomarte unas copitas de vino tranquilamente. Mientras descansas en tu habitacion.

Por lo demás. Muy bonito. Rústico y tranquilo.

Un edificio singular con el encanto de una casona del siglo XV rehabilitada con gusto y perfectamente acondicionada.
El personal atentisimo y el paraje bucólico pero a la vez bien comunicado.
Un sitio para visitar.

El lugar precioso, la atención tanto por Charo como por M.Fernanda de 10 no, de mil, atentas y pendientes de todo y todo el servicio maravilloso ,la visita a la bodega perfecta, Camino supo explicar todo perfectamente y la hizo muy amena la visita un encanto de mujer volveremos seguro