Casa Rural Chao de Castro

Nos encantó. Desde el primer momento te hacen sentir como si estuvieras en tu casa. Elma y Carlos son un encanto. El sitio es de cuento, rodeado de naturaleza y paz.
Los desayunos que te ponen son riquísimos y todos con productos de ellos. Las cenas muy muy buenas también (si consigues comer todo lo que te ponen, sales rodando)
Sin ninguna duda repetiremos. 100% recomendable.

100% recomentable!!
El entorno es mágico, pero es que la atención de Elma es "exquisita" no sólo por las comidas y cenas (que coincido con los demás comentarios) sino también por la limpieza de las habitaciones. ¡Gracias por haber hecho que nuestra estancia, haya sido perfecta y muy agradable!

Lugar perfecto para descansar y comer sano. Los dueños atentos y nunca te va a faltar de nada.
Ubicado en plena naturaleza y lo mejor de todo es que no hay perros.
La comida es natural, de lo más fresca posible, exquisita y abundante.
Una experiencia única que seguramente repitamos.

El trato que nos dieron desde el principio ha sido especial. El desayuno y cena espectacular. El paisaje único.
Muchas gracias por todo Elma, Carlos y Lia.
Eutimio y Carmina

Nos ha encantado el trato familiar y a la vez muy profesional. La habitación nos ha gustado mucho, cabe destacar la ducha con selección digital de la temperatura, tres modos de funcionamiento y suficiente presión. Pero si hay algo que sobresale sobre el resto son los desayunos y cenas de Elma. Gran cantidad y diversidad de comidas, muy exquisitas. El entorno es ideal, rodeado de montañas y a orillas de un embalse.

Lugar único y especial donde encontrar naturaleza, tradición y desconexión. Habitaciones perfectas, limpieza de 10 y trato excelente. Una comida espectacular, productos locales cocinados con mucho gusto. Los desayunos son de campeonato, lo mejor para empezar el día a tope, pero las cenas ya ni te cuento. Lo recomiendo encarecidamente.

Hemos estado 2 dias. Carlos y Elma te hacen la estancia super agradable.
Desayunos magnificos y cenas espectaculares. Lugar tranquilo y aislado para desconectar. Gracias por todo

Llevo muchos años viniendo con mi familia y es un lugar único. Una aldea preciosa, tranquila en un lugar privilegiado. La casa es espectacular, llena de comodidades. Carlos, Elma y su hija Lía dan un trato exquisito, familiar, atentos a todo lo que necesites. Los desayunos y las cenas inmejorables, con verduras de la huerta, mermeladas caseras, vinos de su bodega.. solo añadir que Elma es una cocinera 10. Ni en el mejor restaurante se come como aquí. Desde luego, el mejor sitio para descansar y disfrutar de la naturaleza.