Acogedora y cómoda casa de pueblo con particular arquitectura interior, cuidada atención por parte del casero que además es un gran repostero a la vista de la coca de almendras que de cortesía nos dejó. Como apunte sería mejorable instalación de agua caliente y posibilidad de poder disponer de la chimenea, tan apetecible en invierno. Entorno natural inmejorable y pueblo entrañable. Excelente destino para desconectar. Totalmente recomendable este alojamiento.
Julio Sanchez2 años atrás
Increíble experiencia. La casa está de lujo, todo muy limpio y es acogedora. No falta de nada. Un pueblo muy bonito con rutas para caminar increíbles a través de las montañas. Recomendado.
