Zenit Hall 88 Studios

Muy buena relación calidad/precio. Estudios cómodos y limpios, con lo básico si utilizas la cocina, aunque no fue nuestro caso. Ideal si llegas a Salamanca en autobús ya que está justo al lado de la misma para dejar la maleta en la habitación, antes de irte para el centro, al que sólo se tarda 15 minutos andando. Tiene un bar con terraza muy acogedora para tomarte algo.

Habíamos reservado una sala para la familia en navidad, cancelaron la sala y nos han sentado en mesas distribuidas, sin servir al mismo tiempo por "una redistribución". Un detalle muy feo, el camarero sirve en dos mesas echando vino de copa en copa, media hora después sirven bebidas en la tercera pero poniendo las botellas en la mesa, con prisa. La reserva era a las 14:30, eran las 15:30 y aún no habían empezado a servir. Cuando llega el primer plato, frío, una hora esperando por un plato frío de nevera, si fuera temperatura ambiente, lo entendería, pero no era así. El segundo, una merluza fría que no tenía sabor. El tercero, un solomillo al punto estaba bien, pero algunos sin sal, al menos la pedías y te la daban. Siendo navidad, no es que haya sido un sitio en el que repetir. Al final, una hora esperando por el café, nefasto, bajo la valoración aún más. Pésimo servicio.

Al llegar por la noche a la habitación (sobre las 11 de la noche) hemos notado que había jaleo por las habitaciones de al lado. Pero no le dimos mayor importancia. Tras llevar 1 hora dormidos, nos ha despertado un fuerte golpe que procedía de la habitación de al lado. De 2 a 2:30 escuchando golpes y ruidos de la habitación de al lado, personas dando portazos, corriendo por el pasillo, etc hemos decidido llamar a recepción, la cual ha dicho que iba a solucionarlo y no ha ocurrido. A las 3 he bajado a recepción y me han dicho lo mismo y a las 4 he vuelto a bajar porque seguían molestando con fuertes golpes a la pared y ruidos y como he visto la inoperancia del personal del hotel, hemos decidido hacer la maleta y volver a nuestra casa a dos horas de allí, para poder descansar.
No lo recomendaremos jamás, ni volveremos a venir.

Estancia muy agradable y acogedor. Perfecto si vas con tu mascota. Al llegar teníamos 2 cuencos en la habitación para el agua y la comida. Además cualquier problema que puedas tener están encantados de solucionarlo al momento

Sorprendido gratamente. Habitaciones bastante nuevas, todo muy limpio y arreglado. Buena relación calidad precio. Bien ubicado al lado de la estación de autobuses. Con un bar restaurante en sus bajos mas que aceptable. Sin lugar a dudas, cuando vuelva a Salamanca repetimos.

Este era el segundo año que íbamos a celebrar la comida de Navidad toda la familia (unas 20 personas), y seguramente el último. Comida de mala calidad, sin sabor, platos poco elaborados para un menú de 40€. Un camarero por mesa, cuando el primero terminaba de comer al último todavía no le había servido, de servir agua o vino ya no hablamos. Fuimos pre pandemia y teníamos un buen recuerdo, pero este año toda la comida muy mala. Solíamos ir allí porque es un sitio amplio e íbamos con niños, pero no merece la pena, para el año que viene no volveremos.

Estuvimos en el restaurante celebrando un evento.
La atención fue buena y rápida, nos sentimos cómodos en todo momento.
La comida estaba buena y bien de cantidad
No conocimos la parte del Hotel, pero las instalaciones en general tenían buena pinta.

Tenía que poner algún defecto, la recepción regular, llegamos un grupo de casi 50 personas a las 3 de la tarde, todo preparado y en lugar de darnos las habitaciones, nos piden que dejemos las maletas hacinadas en un rincón y nos hacen pasar al comedor, cierto es que desde las 3 de la madrugada que salimos de origen y una parada de cuatro horas en Ávila deberíamos tener ganas de comer, pero la mayoría teníamos ganas de refrescarnos la cara y cambiarnos los zapatos.
En resumen cualquier comida por muy rica que fuera no podría salir bien.
Por lo menos cuando pudimos llegar a las habitaciones el descanso fue confortable