Es una casita apartada del resto del pueblo y con suficiente espacio exterior para disfrutar de unos días de vacaciones y que los más pequeños correteen seguros por la finca. Las piscinas del pueblo están muy cerca y se puede llegar desde la casa andando en 5 minutos (precio 2,6€ +15años y 1,6€ hasta 15 años / Agosto 2019). En el jardín no hay muchas sombras y los días de verano pueden ser muy calurosos en esa zona, así que se hecha de menos algún espacio más sombreado. Las camas son cómodas y la atención de Teresa es cercana ya que vive a unos metros del alojamiento (tiene detalles con los clientes). Es necesario tener en cuenta que en la cocina no hay muchos utensilios (faltan cuchillos grandes para cocinar, las sartenes están deterioradas) y la nevera es extremadamente pequeña para almacenar algo de comida (un detalle a corregir sabiendo que no hay supermercado ni tienda de alimentos en el pueblo). El bar Matias está cerca y es el sitio donde comprar pan y tomar algo cerca del alojamiento. En general el sitio es cómodo y al estar un poco aislado, da bastante sensación de intimidad. Destaca el jardín trasero y la posibilidad de hacer barbacoas, así como la posibilidad de quedarse un rato al fresco de la noche que en verano se hace muy agradable. Es un sitio recomendable. Hay que tener en cuenta que en algunas partes del pueblo no hay cobertura de algunas compañías de telefonía móvil (Orange, Euskaltel) pero en la casa no hay problema. Las fotos de la casa y las habitaciones son exactas y hay sitio para aparcar en la puerta.
Vecino Small2 años atrás
Relación calidad precio buena... lástima que no fuese verano.
