Panadería De Sepúlveda

Ayer compramos pan candeal, mantecados y tortas. Todo exquisito. Y muy buen trato. Creo que este lugar tiene parada obligatoria cuando se visita Sepúlveda. Muy recomendable.

Horno propio, magdalenas, rosquillas, pastas, pan, torta almendras. Recién hecho. Casero. Mucha variedad. Personal muy amable.

Te despiertas por la mañana, para deleitarte con los productos de esta panadería...
Abrir una bolsa de magdalenas se convierte en un placer de los sentidos.....
El Pan dulce, o un simple panete con mantequilla y mermelada de moras de la zona te hace respirar aire puro otra vez.

Las magdalenas, las rosquillas, las tortas y las pastas son brutales. Si estás a dieta no se te ocurra pasar por este establecimiento porque es un pecado. Un producto excelente y un trato mejor. De obligada visita si estás en Sepúlveda.

Estaba hospedado en el hotel que esta detras de la panaderia y desde muy temprano el olor a pan fresco fue magnifico..

Cuando baje a desayunar vi por casualidad el cartel y a la vuelta baje a ella (no se ve a simple vista) y tenían muchos pasteles, magdalenas, muffins, galletas y pastas todo hecho ahi mismo y con una excelente pinta..

Compramos una caja de Muffins rellenoa y dos pasteles, uno para nosotros y dos para regalar.. noa dio mucha pena no haber comprado mas por que estaba todo muy rico y quedamos con deseos de mas..
Gracias por continuar haciendo cosas tan ricas, no es todos lados se ven estas cosas..

Una panadería histórica! Desde 1850 haciendo pan y automatizando en pueblo con un delicioso olor a dulce.
La atención es buena y la calidad también.

Entramos buscando el dulce típico, los soplillos, pero cuando entramos todo tenía una pinta espectacular, no pudimos resistirnos a comprar, además de los soplillos, bizcocho de vainilla y chocolate, y magdalenas... las mejores magdalenas que hemos probado, tanto las de chocolate como las de limón. El dueño súper amable nos dio a probar las pastas que también estaban muy ricas... sin duda una parada obligatoria en Sepúlveda.

Increíbles las tortas. Aparte de buenas, y tiernas, estaban recién hechas, toda una grata tentación, que nos saco del apuro. La pena no comprar un par de ellas más.