Panadería Ramona

Panaderia de las de toda la vida con su propio horno en el cual hacen todos sus productos. El pan está buenísimo y su bollería genial. Excelentes Magdalenas y mojicones y ahora como se acerca la navidad tienen un mazapán riquisimo y que decir de sus mantecados y marquesitas. Bueno cuando algo es artesano se nota la diferencia. Sus dueños encantadores.

TIenda de ambiente rústico y muy acogedor, de techo elevado con vigas de madera e impresionante lámpara pendiendo de éste. El horno se encuentra a la vista del cliente.
Los artesanos ofrecen una gran variedad de panes y dulces, todos ellos deliciosos y de gran calidad. En estas fechas se encuentran a la venta productos navideños, mazapanes delicados y deliciosos, hechos con mucho mimo. Destaco las palmeras bañadas en chocolate, deliciosas!

Es una panadería familiar de las de toda la vida tiene el encanto de tener el techo con vigas de madera, el horno en la propia tienda y unas masadoras antiguas expuestas.
El pan y la bollería es artesanal y todo lo que hemos probado está muy rico. Tienen pastas de las de antes y un mazapán muy bueno, pero lo que está espectacular son las marquesas y las palmeritas de chocolate que están bañadas como un almíbar de mantequilla. El pan no lo hemos probado todavía porque casi siempre hemos llegados tarde 😅 pero está elaborado con masa madre

Esta bien situado en la entrada del pueblo, muy buena atención son super amables. Valoracion del pan 10/10, de los mejores panes que e comido (el olor a pan y dulces recién hechos es indescriptible) , los bollos y dulces varios que elaboran son un pecado"si te gusta el dulce" y sino te gusta también.

Productos muy buenos hechos allí mismo. Muy simpáticos.

Hoy descubrí por casualidad esta panadería. Me encantó todo. Desde los aparatos antiguos para hacer pan, el increíble horno original, el trato de los dueños y qué decir de sus productos. El pan buenísimo y el mazapán más rico que he probado hasta la fecha. Primera visita de muchas!!!

Tienes muchos tipos de dulces y pan todo artesano. Riquísimo, merece la pena parar y comprar todo recién hecho. Gente sana y simpática.

Bollería tradicional muy rica: magdalenas, tortas, rosquillas. Amabilidad en la atención.