Panadería Raquel

Todo buenísimo, tanto el pan como lo dulce. El señor que me atendió fue súper amable y me explicó todo lo que tenían típico de la zona. Si vuelvo a la zona, repetiré seguro. Está un poco más escondida que la otra panadería del pueblo pero tiene mucha más variedad, merece la pena acercarse!

Paramos de camino al Planas del Penyagolosa, y entramos a esta panadería. La mujer que atiende fue muy maleducada y desagradable, una persona muy antipática. Hicimos bastante gasto, le pedimos una bolsa y nos dijo que no tenía, cuando la estábamos viendo con nuestros ojos. También un pack de 6 botellas de agua, que tenía tres dedos de polvo y suciedad, le pedí otra y me dijo que no tenía. Nos fuimos con la compra pero desde luego hay que ir al otro horno.

Panadería de toda la vida con pan y bollería natural. El dueño es majisimo

Salimos con la impresión de que nos habían timado al comprar una barra de pan ( 1 euro 25 céntimos) de muy baja calidad, quizás porque éramos foráneos.

Entrar y y solo oler leña ya te dice todo ....la boyeria super rica, ese gusto a pueblo, casero pero de muy buena calidad y sabor riquísimo