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Pese a que la ensaldilla nos ha dejado mucho que desear, y el espeluznao estaba demasiado frito (estaba durillo), el resto espectacular, el sitio muy limpio y la atención muy buena.
La ensalada muy rica (5.50€)
El tercio y los refrescos 3.20€
La tapa extra 2€

El sitio es muy pequeño por dentro, el baño minúsculo, pero tiene una terraza muy agradable y la verdad todo muy limpio.

Las tapas no son extensas pero puedes disfrutar de pescado rico con la caña en la terraza. El local es bastante pequeño, así que disfrutamos de su pequeña terraza. Pago en efectivo o bizum, ohhh

Un lugar excepcional, para ir a comer de maravilla con una relación calidad/precio incomparable.
La terraza dispone de pocas mesas (bien resguardadas del viento) y la cocinera es una perfeccionista tanto de la plancha, como de las frituras y los platos "de cuchara", con una carta no muy grande, pero bastante variada, con pescados y mariscos siempre frescos, cuidadosamente escogidos.
Y todos los platos y las tapas que ofrecen (carnes y pescados, a la plancha, fritos y/o guisados) llegan a la mesa en su perfecto punto de cocción.
Los fines de semana y festivos, además, suelen mimar a la clientela con recetas muy especiales, elaboradas a la perfección: su paella de marisco, su pasta con boloñesa de calamares y sus andrajos son manjares que invitan a repetir.

¡En fin: un 10!

¡Bravo (y Gracias)!

La calidad de la comida es inmejorable, además, el excelente trato y la atención al cliente recibida, brindan una oportunidad culinaria de 10. No solo lo recomiendo a otras personas, sino que a mí me tiene de cliente ya para siempre. Tapas abundantes y frescas, raciones igual o incluso mejor. 100% aconsejable acudir.

Las tapas buenísimas, producto fresco a diario. Buena atención!!!

Super recomendable, trato cercano y productos increibles, menudos mejillones q me he comido.

Muy buena atención, tapas de calidad, limpio, recomendable, volveremos.
En una segunda visita a este establecimiento, seguimos satisfechos con la atención, servicio, productos y elaboración que ofrece la dueña.

Tenia ganas de tomarme unas cañas en Almería y pedir las tapas de una pizarra como más de 30 años atrás. Encontré este sitio en la zona del puerto (lq encontré en realidad fue aparcamiento al lado) y todo impresionante.

Buenas tapas, buen servicio, precios de los q ya no hay y buena conversación con la mesa de al lado.

Volveré claro, aunq sea a confirmar si me ha gustado Cabo de Gata